La obra artística del Espacio Memorial Penal de Libertad es una puerta entreabierta colocada donde comenzaba el camino de dos kilómetros que los familiares debían hacer para ingresar a la cárcel en cada visita a los presos tras bajar del ómnibus en la ruta 1, que une Montevideo con Colonia.
Está emplazada a pocos metros de la ruta, a la altura del kilómetro 52,5 y la intersección con la ruta 89. Se trata de un espacio abierto que busca ser un lugar de encuentro y reflexión, donde se instaló un gran banco que invita a sentarse y reflexionar junto a otros, según sus autores.
Los arquitectos responsables, Javier Olascoaga y Raquel Lejtreger, explicaron que la obra “no reproduce la nostalgia ni el dolor, ni genera elementos angustiantes, es una oportunidad de dar vuelta la memoria y de proyectarla al futuro”.
Ambos coincidieron en que es “construir memoria a partir de conocer lo que ha pasado para construir algo hacia adelante”. En ese sentido, Lejtreger dijo que “la puerta tiene el significado de comenzar a andar un camino que se debe transitar día a día y que es el de la libertad”. Acotó que “la memoria nos reconstruye como sociedad y tener espacios de identidad es necesario”.
La iniciativa fue un emprendimiento conjunto de Crysol (Asociación de Ex Presos Políticos de Uruguay), de un grupo de ciudadanos de la ciudad de Libertad y de los ministerios de Educación y Cultura y de Transporte y Obras Públicas, todo lo cual contó con el apoyo de la cartera de Economía y Finanzas.
“Quienes hoy están en el gobierno son responsables por el aumento de la desigualdad, señaló Yamandú Orsi, y recordó que el FA es radical, pero contra las injusticias y la pobreza.
Los principales desafíos del sistema carcelario no se atienden: hacinamiento, adicciones, salud mental, analfabetismo, detalló Bettiana Díaz.
"Si alguien piensa que podemos prescindir de los aportes de Mario..., donde sea; a esa gente la quiero siempre en mi equipo".
Un nuevo farol para los compañeros, como los bautizó la compañera Lucía Topolansky a los locales en los barrios y pueblos de nuestro país, prendió la esperanza en Santa Lucía, Canelones.
El fracaso más absoluto del Gobierno es la juventud que se quiere ir del país, incluso más que durante la crisis de 2002, recordó Pacha Sánchez.
En los recursos que volcamos hacia los más jóvenes "se nos va el futuro, la panza y la cabeza de los gurises". Es la batalla relevante, señaló.