Las grandes empresas tienen capacidad para negociar con UTE el precio de la energía eléctrica. La integrante del directorio en el ente, Fernanda Cardona, recordó que la empresa pública la financian los hogares.
“¿Por qué nos cuesta tanto resignar dinero para los hogares y lo damos todo el tiempo para las empresas? ¿Por qué vino un exhorto de Paganini para que otorgarle una tarifa más beneficiosa a dos empresas puntuales? ¿Eso no lo pagan los hogares? Los costos de la empresa pública lo pagan los hogares, no las empresas”, consignó la compañera Fernanda en diálogo con Desayunos Informales.
Es que las empresas grandes tienen capacidad para negociar el precio de la energía eléctrica con el ente o comprarlo por fuera del sistema público. Pero lo cierto es que UTE está compitiendo por precios contra un mercado privado que todavía no existe, remarcó la compañera. ¿Por qué se adelanta facturación a favor de las empresas antes de tiempo?, preguntó.
Consultada por el costo de la instalación de fuentes alternativas de energía, Cardona subrayó que en dos años y medio en el directorio de UTE nadie al momento propuso ideas nuevas. “¿Por qué no instalar energía solar? Está todo para hacerlo y, si estuviera en funcionamiento hoy, la energía se pagaría mucho menos”, añadió.
“Las prioridades del futuro gobierno deben basarse en las preocupaciones de la gente, y por eso ponemos foco en limpieza y movilidad”, subrayó Mario.
“Canelones no tiene nada que ver con el departamento de 2005” y va a más con Francisco Legnani intendente.
La bonanza fue para unos pocos. Y eso es total responsabilidad de la conducción del gobierno. Escribe Sebastián Sabini.
La nueva política internacional se erige sobre valores fundamentales no negociables: la defensa de la democracia, los derechos humanos, el medio ambiente, la paz y la seguridad internacionales.
La exposición de la ministra Fernanda Cardona precisa los datos y la evaluación sobre el último año de Ancap, empresa pública que presentó déficit por 118 millones de dólares y endeudamiento por 225 millones.
Con pérdidas y una parada técnica mal gestionada, urge en Ancap un cambio de gestión.