Educación, salud mental y trabajo entre las preocupaciones de los más jóvenes, en un diálogo profundo con Pacha y Blanca.
Desde el Bar El Recreo, los Gurises MPP organizaron una de las últimas actividades de la campaña electoral, en este caso, moderado por Eugenia y Santiago junto a los senadores electos Alejandro Pacha Sánchez y Blanca Rodríguez. Educación, salud mental y trabajo fueron los temas abordados en la jornada.
Por el primer punto, recordaron la caída en 2.000 estudiantes de educación media y la ampliación de la brecha en los resultados con un 66,2% de estudiantes por debajo del nivel 3 en matemáticas. La violencia se incrementó en los centros educativos, faltan equipos multidisciplinarios para abordar complejos temas.
Blanca es docente de literatura. Recordó la cantidad de tareas que la sociedad espera de un profesor o profesora, que no se observa a la hora de otorgarle prestigio a la profesión. Una sociedad que no los prestigia no puede pretender cambios, aseveró. En cuanto a lo social, la formación y lo económico, incluyó. El desprestigio se hizo patente a lo largo de todo el período al no tenerlos en cuenta en el marco de la “transformación educativa”.
Debemos pensar en centros educativos capaces de extender sus horarios, con asignaturas clave para el desarrollo del pensamiento crítico. La mitad de los jóvenes no terminan el bachillerato, un tema muy importante para un país como el Uruguay. Hay razones económicas, por eso es clave el incremento de becas Butiá propuesto por el Frente Amplio, precisó. Pero la propuesta para contener a los y las adolescentes dentro de los centros educativos es la otra clave.
Pacha criticó las visiones “fordistas” de la educación, con niños ingresando por una puerta hacia aulas dirigidas por docentes. La educación debe ser un proceso de conocimientos y saberes construidos en conjunto, para lo cual es crucial el rescate de la comunidad educativa, ese espacio donde estudiantes, docentes y padres hacen conocimiento, valores y ciudadanía.
Una comunidad está inserta en un contexto social, económico y cultural. Los centros educativos deben orientar su trabajo en base a proyectos que permitan construir conocimiento desde los saberes de ese contexto. Eso no es una educación de “clase A” para quien puede pagarla y otra “clase B” para los condenados trabajadores manuales. Sino tener en cuenta que estudiar matemática tiene claves propias en Rivera o en Maldonado, por ejemplo.
Un proyecto educativo debe centrarse en pensar las comunidades educativas como centros de intercambio de saberes entre los distintos para pensar proyectos arraigados en el contexto, sin perder contenidos. Y deberíamos pensar en llegar al 6+1% del pbi para la educación, para que los docentes se encuentren en el centro educativo, den clases sin correr entre locales, con extensión de horarios.
Grandes desafíos en materia de Salud Mental, sin soluciones presupuestales y enmarcado en datos que preocupan particularmente a los más jóvenes: la mitad de los suicidios son de menores de 29 años. En un contexto donde la productividad está por encima del bienestar, con desgaste emocional que afecta a quienes trabajan y cuidan, o en este sistema que exige cada vez más. Es necesario pensar el acceso a la salud mental como un derecho, no como un privilegio.
Pacha observó la alta tasa de suicidios del Uruguay, superior en estos últimos años en comparación a la de la crisis de 2002. Los dos tramos etáreos más complicados son los más jóvenes y nuestros veteranos.
Una de las explicaciones está en las exigencias actuales: en “modo selfie” o el fracaso individual. Son estándares que no contienen todas las aristas de la vida, que también incluyen reveses. En una sociedad que nos deja solos, que nos obliga al éxito y la competencia cruda, produce seres frustrados que no acceden a servicios que nos contengan. En el otro extremo, hay que reconvertir la vida para resignificar que somos más que el aporte social durante la época laboral. Hay que fortalecer espacios de convivencia con los adultos mayores, con una sociedad más viva en vez de más encerrada.
Blanca encontró en la salud el principal problema que angustia a la gente. Zona rural o centros urbanos, en particular en el interior. Medicamentos, especialistas. Público o privado. Y, cuando se habla de salud mental, se agrava porque no estamos preparados ni personal ni socialmente para una consulta de este tipo por tabúes y prejuicios.
La comunidad tiene mucho para hacer. Conmovedor fue escuchar a una madre en un evento en Castillos, rememoró Blanca, la ciudad con mayor cantidad de suicidios en relación a sus habitantes, quien contó sobre el suicidio de su hija. La soledad se transformó en ministerio en varios países, reveló Blanca a partir de sus diálogos con Enrique Iglesias, uruguayo de dilatada trayectoria en la diplomacia global que dirige la Fundación Astur. No es un tema menor.
Si podemos identificar situaciones de abandono afectivo, tal vez no necesitemos un siquiatra para todos los casos. No tenemos respuestas en materias de adicciones, es un problema en una sociedad que tampoco genera muchas alternativas para las y los jóvenes.
Tenemos el número de siquiatras por habitante “perfecto”. Sin embargo, en Mercedes hay uno solo. En el norte del Río Negro, es difícil encontrar uno.
Finalmente, en cuanto al empleo, los temas están concatenados. Porque ¿cuántos uruguayos se ven presionados para llegar a fin de mes? ¿Cómo afecta esto a la salud mental? ¿Qué herramienta les damos a los jóvenes para garantizar una correcta inserción laboral?
Blanca subrayó que el trabajo puede ser un lugar de realización o de frustración. El salario, las condiciones laborales, el desafío del avance tecnológico. La mejor postura es tomar el toro por las astas y pensar en una inteligencia artificial presente en lo cotidiano. Será importante prepararse para trabajar, sí, pero también con la capacidad para reinventarse a lo largo de la vida.
La educación y los Estados fueron capaces de traer el futuro a nuestro presente. El Plan Ceibal fue una anticipación, ejemplificó. Mecatrónica, ingeniería biomédica, logística, riego, la UTEC es una propuesta educativa que demuestra que tiene la palabra en el mundo del trabajo, por esa capacidad de reciclarse de forma permanente que esta y las próximas generaciones necesitarán.
Empleo y trabajo, recordó Pacha, los tomamos como sinónimos pero son distintos. Siempre trabajamos, en el mundo está lleno de trabajo no remunerado como el que ubica esta sociedad machista sobre las mujeres. En cuanto al trabajo remunerado, el cambio es drástico. Esto genera incertidumbre y, ante ella, el primer mensaje desde el poder es “hay que cuidar el trabajo porque los estamos perdiendo” y finaliza en precarización o baja calidad de empleo.
Los próximos empleos, los que no conocemos hoy, llegarán con exigencias de mayor calificación. La pelea por el acceso al conocimiento será la pelea por el acceso al trabajo de calidad. Sin posibilidades de acceder a esos empleos, el trabajo será precarizado.
¿Cuál es la garantía para esto? La política pública, definió Pacha. El mundo que llega desregula derechos conseguidos a partir de la lucha de tantos obreros y obreras. Sin un marco de derechos para modelar el mundo del trabajo que se viene, quien lo haga serán los dueños del mundo del trabajo y la tecnología, que lo crearán a su imagen y semejanza.
La seguridad social, el seguro de desempleo, las asignaciones familiares, la salud, todos aspectos vinculados al acceso al pleno empleo que están desafiados por el mundo que se viene, identificó Pacha. Vamos a tener que dar el debate por un mundo con dispositivos de protección social más de ciudadanos que de empleados, adelantó.
Ayer, finalizó Pacha, el mundo se puso como desafío erradicar la esclavitud. Hoy, hay que erradicar a la pobreza de una vez por todas: que todos los que nazcan tengan derecho a una vida digna más allá de que tengan empleo o no mediante una renta mínima. Eso se impone hacia adelante, resumió.
El empleo más precario del Uruguay recae en los más jóvenes. La principal política social es el trabajo de calidad, con un salario que dignifique la vida. El Consejo de Salarios es una herramienta, pero también necesitamos trabajar enormemente en los trabajadores por cuenta propia que es donde recaen los peores procesos de precarización.
Y para terminar, Pacha subrayó que la enorme mayoría de puestos de trabajo los abren las pequeñas y medianas empresas, hay que defenderlas porque garantizan empleo y el mercado interno. “Por eso el gobierno las dejó de lado, porque pensó nada más en los ‘malla oro’. Y así estamos”, finalizó.
“Es nacido de un trabajador común y corriente. Y representa, precisamente, el tipo medio de lo que es el Uruguay. Por eso lo voto y le pido a mi pueblo que lo acompañe”.
El compañero Daniel Caggiani señaló que Yamandú Orsi se presentó en el debate presidencial con propuestas claras y una visión de futuro, logrando contrastar dos modelos de país distintos.
Desde Las Piedras, donde el interior y el país metropolitano se abrazan, Yamandú Orsi llamó a reconciliar las distintas realidades para construir un país de certezas.
Proponemos un cambio en el que todos podamos vivir tranquilos, con más solidaridad, con más bienestar. “Sabremos cumplir”, dijo Yamandú Orsi.
Si no creyéramos que los humanos pueden construir un mundo un poco mejor, menos ruin, menos egoísta, ¿qué sentido tiene la vida y qué precio tiene la esperanza?
Pepe estuvo en la localidad de San Bautista, en Canelones. Dando el último tranco para apoyar la posibilidad de un gobierno para todas y todos, con Yamandú Presidente.