Dos nuevos espacios abrieron para construir el triunfo a favor de las grandes mayorías. En este caso, los compañeros dieron marcha a casas 609 en Aquiles Lanza, Montevideo, y Pueblo Nuevo, Canelones.
El barrio Aquiles Lanza cuenta con un lugar de referencia para el Espacio 609. Allí concurrieron los compañeros Bettiana Díaz, Charles Carrera y Sebastián Valdomir. El intercambio con todos los militantes en rondas, mateadas y charlas, alimenta la participación y la esperanza.
Las recorridas de los compañeros también sirven para registrar los efectos de la retirada del Estado de los barrios. El compañero Charles Carrera indica la falta de medicamentos y de especialistas, o las raciones cada vez más pequeñas en los comedores. La desesperanza campea. Blindar a la infancia se ubicó como un objetivo. Hasta los 3 años, los niños caminan una etapa fundamental de su desarrollo, que debemos acompañar con políticas de inclusión, para todos.
Bettiana recordó las diferencias entre relato y realidad, con empleo precario y dificultades para llegar a fin de mes. También rescató uno de los asuntos de seguridad que no se nombran: la incapacidad para rehabilitar en cárceles. Por otro lado, en salud mental el gobierno avanzó en los dispositivos destinados a la internación, sin profundizar en el rol de las organizaciones en los barrios, que pueden funcionar como referentes.
En Las Piedras se instaló otro de los “faroles” para los militantes de a pie, como gusta decir a la querida compañera Lucía Topolansky. La casa 609 en Pueblo Nuevo, Las Piedras, abrió sus puertas para el intercambio entre los compañeros con Lucía Etcheverry, Margarita Libschitz y Agustín Mazzini. Con el impulso de la compañera Ninoska, la referente organizó una jornada de diálogo en el marco de un año tan relevante.
Allí, la preocupación es común a la de todos los uruguayos, en especial la falta de servicios de salud de calidad. Etcheverry recordó que la orientación de los gobiernos frenteamplistas pasó por fortalecer el primer nivel de atención “en términos de comunidad”, un hecho que se revirtió en este último gobierno.
La charla abierta sobre religión y política atravesó varios temas, desde la necesidad de mirar al otro, la fe en tiempos convulsos y los peligros de una agenda conservadora y antidemocrática en Brasil.
