«En lugar de tanta demagogia necesitaríamos un mundo de trabajo, con proyectos productivos», apuntó el entonces senador José Pepe Mujica.
José Mujica tenía que dar un discurso para respaldar, junto a otros compañeros del Frente Amplio, un sublema para apoyar a Mariano Arana en la campaña por las elecciones municipales capitalinas. Allí subrayó la vocación por los más necesitados. Era el 13 de abril de 2000.
«¡Qué cosa curiosa que en los períodos preelectorales aparezca este tipo de cosas! Somos conscientes de que el problema urbanístico que tiene el área metropolitana es el reflejo de la miseria, de la inexistencia de políticas productivas que ayuden a retener a la gente en su lugar de origen», señaló Pepe.
«Nadie emigra porque le gusta, sino porque está sometido a la vieja necesidad. Por momentos sentimos bronca e indignación de cómo se hace demagogia frente a estos problemas», enfatizó.
«Tenemos que ser claros: los recursos municipales que pueden tener Montevideo y Canelones son insignificantes ante el devaste que significa este proyecto económico, que desarraiga, despuebla, somete a la inmigración y amontona a la mitad del país a menos de 50 kilómetros de la Bahía de Montevideo».
«Nos duele cuando se anuncia la millonada de pesos que se van en consultorías de estudios sociológicos, de futuros gastos empresariales y financieros, y estamos seguros que a los pobres que necesitan soluciones les van a llegar chirolas», dijo Pepe.
«Tenemos que levantar una fórmula electoral y pelear contra todo esto, sabiendo que ninguna intendencia puede cambiar el rumbo de un proyecto económico. De todas maneras tenemos que respaldar a Mariano Arana y a su gente, así como a toda la gente que está siendo manoseada en todo este proyecto demagógico, que quiere mentir una falsa prosperidad, mientras está procesando una marginación creciente que empieza en el campo del trabajo y de la oportunidad».
«Los pobres no necesitan lástima, necesitan oportunidades. En todo caso, la lástima hay que tenerla con los niños abandonados y con los viejos. En lugar de tanta demagogia necesitaríamos un mundo de trabajo, con proyectos productivos», subrayó.
«El primer urbanista y el primer ministro en materia de seguridad social es el ministro de Economía y la línea económica. Por eso apoyaremos todos los acuerdos posibles para tratar de juntar la mayor cantidad de gente que, aunque con matices y visiones distintas, está dispuesta a luchar contra el proyecto neoliberal», finalizó.
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