El país con el mayor índice de prisionalización y la seguridad está cada vez peor. La cárcel se transformó en otro eslabón más del problema de la inseguridad, identificó Bettiana Díaz.
Un sistema carcelario reventado, con más hacinamiento en 2024 que al iniciar este gobierno, cuando tenía un mandato en la Ley de Urgente Consideración que esta administración promovió pero que nunca se hizo, y un plan de dignidad laboral que no tiene una sola evaluación. Las cárceles son universidades del delito y expulsa gente que alimenta la situación de calle, particularmente en Montevideo, puntualizó en ronda de prensa la diputada Bettiana Díaz.
Esta semana llegó a la Comisión especial de seguimiento del sistema carcelario, en el Parlamento, una representación del Ministerio del Interior para presentar un diagnóstico con participación del BID sobre el sistema carcelario uruguayo.
Estudiar y trabajar es un lujo para pocos, con población carcelaria sin clasificación. Habrá que llamar a las autoridades del Instituto Nacional de Rehabilitación para saber si el diagnóstico que representantes del Ministerio del Interior llevó a comisión parlamentaria porque, al momento, parece una “carta a los reyes magos” pagada por el BID, subrayó la compañera Bettiana Díaz.
Trabajar en el sistema carcelario también tiene relación con los familiares. La revisión es traumática, especialmente cuando se trata de niños. Las adicciones es uno de los problemas más importantes del sistema, sumado a la mala alimentación, mala salud, el aumento dramático de homicidios.
Todo ha empeorado en las cárceles. Somos el país de América Latina con el mayor índice de prisionalización y la seguridad está cada vez peor. La cárcel se transformó en otro eslabón más del problema de la inseguridad.
Los esfuerzos son pocos. Son todos planes piloto, sin recursos, sin respuestas efectivas. En el marco de un gobierno que está en retirada, no invierte mejor, no gestiona mejor y tira la pelota al que venga. Deja una estrategia que habrá que acordar pero que implica grandes costos para pensar una política carcelaria de calidad, que el gobierno jamás financió.
El costo al pueblo uruguayo es altísimo. Porque las cárceles cuestan mucho y porque la reincidencia es más cara todavía.
Siempre que se presenta un llamado a sala se abre una oportunidad para plantear los grandes debates ideológicos que enriquecen nuestra democracia. Escribe Charles Carrera.
El Senado aprobó este martes el proyecto de ley con medidas para mitigar los efectos de la brecha de precios en la frontera.
“Creo que lo que no puede pasar es que quede impune”, expresó el senador Viera sobre el bochornoso final de una interpelación sin sentido.
Es una política que no nace de cero: recoge aprendizajes de los antiguos jornales solidarios, de otras experiencias anteriores y les suma mejoras sustantivas. Escribe Nicolás Mesa.
A tres meses de asumir, el equipo económico del gobierno presentó una batería de medidas en Artigas para mitigar los efectos en el comercio de la zona limítrofe, subrayó Sierra.
Parece que fue ayer, pero en unos días habrán pasado cuatro años de la interpelación que hice por el acuerdo del Estado uruguayo con la empresa Katoen Natie. Escribe Charles Carrera.