Más de 1.500 militantes de todo el país comprometidos con la diversidad, la igualdad, el feminismo y la transformación de la sociedad. Por Soledad Brandon.
Durante el pasado sábado y domingo nuestra fuerza política realizó el Primer Encuentro de Feminismos del Frente Amplio. Allí más de 1.500 compañeros y compañeras de todo el país compartieron un plenario, mesas de diálogo y talleres en dos jornadas de trabajo y reflexión política.
En estos espacios diversas miradas apuntaron a las cuestiones de clase, género, raza y territorios como aspectos fundantes para pesar los aportes de los feminismos a la izquierda. Esta actividad que surge de un proceso extenso, amplio y participativo promovido desde la Comisión de Género y Feminismo del Frente Amplio, viene a reafirmar la capacidad de cuestionarse para transformar y transformarnos que nos define como fuerza política.
En el contexto actual de nuestro país asistimos a la profundización de desigualdades que se traducen en la profundización de brechas a través de evidentes retrocesos en áreas vitales de la vida cotidiana y sobre la que los feminismos en su diversidad y amplitud tienen tanto para aportar.
En su diversidad, algo que parece tan complejo de abordar cabalmente, el feminismo se construye las más de las veces «de a pie». En los gestos cotidianos que desafían la lógica del sistema patriarcal, que remiten a compañeros y compañeras que construyen desde la solidaridad otras formas de convivencia. Ahí están las compañeras que en diferentes lugares del país sostienen ollas, merenderos, espacios de encuentro, que gestionan recursos locales para subsanar las ausencias de este gobierno en vivienda, salud y cuidados, entre otras cosas.
Es central recordar que el acumulado histórico que subyace a esto es bastión a reivindicar. La regulación del trabajo doméstico y el trabajo rural, las leyes de matrimonio igualitario e interrupción voluntaria del embarazo, la creación de respuestas institucionales articuladas y orientadas al desarrollo de la vida en condiciones dignas, entre otras, fueron puntos de inflexión en la posibilidad de pensar una lógica de vida que desafiara al sistema capitalista en su lógica alienante y perpetuadora de relaciones de poder de unos pocos para unas y otros muchos.
Una fuerza política que pueda construirse como feminista, que reivindique y camine consecuentemente hacia la igualdad no es para nosotras y nosotros expresión de deseo, es hoy compromiso. No sin debate, no sin diferencias pero con diálogo y horizonte común. Cuando los feminismos plantean «Lo personal es político» interpelan la percepción que tenemos de lo colectivo, de lo político, de las organizaciones y movimientos sociales en que nos insertamos, no hay cambio posible si no es con todas y todos, desde lo colectivo en su dimensión más amplia.
Un proyecto país que se base en la justicia social es imposible de pensar sin los feminismos que militamos, que construimos todos los días y que durante estas dos jornadas se ven desde otra óptica, la de su potencia transformadora. Hoy nuestra fuerza política crece y asume compromisos.
“Mi deber como ciudadano y militante político es renunciar y presentarme ante la justicia para dar todas las explicaciones”.
La historia la construyen los de abajo, con el corazón abierto para luchar contra las injusticias sin pedir nada a cambio. Los que construyen el sueño de una patria para todos.
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Por un país que cuida la seguridad y orienta los recursos del Estado a atender lo que debe atender, no para perseguir intereses políticos, expresó Yamandú Orsi.