¿Qué vamos a recordar de este gobierno?

¿Cómo vamos a recordar este quinquenio? Lamentablemente, un aspecto central, serán los escándalos a los que nos acostumbró durante todo el período. Recordemos. Algunos, porque son muchos. Escribe Sebastián Sabini.

Mañana concluye un nuevo período de gobierno para dar comienzo a otro. Eso, en sí mismo, es una excelente noticia. A 40 años de la recuperación de la democracia, debemos celebrar el más largo período de estabilidad política en la historia del país. El sistema democrático es algo que debemos valorar y cuidar entre todos, la ciudadanía en su conjunto y especialmente, quienes, circunstancialmente, estamos en cargos de representación.

Una de las características fundamentales de la democracia es la convivencia en el disenso. La multiplicidad de visiones de la realidad, las diferencias ideológicas, las discrepancias profundas en el marco del respeto. Y también, la libre expresión de las discrepancias.

Parados desde este lugar, y en base a las diferencias que nos separan con el gobierno que termina su mandato, me gustaría compartir algunas de las cosas que nos dejó la coalición republicana en estos cinco años que se van.

¿Cómo vamos a recordar este quinquenio? Lamentablemente, un aspecto central, serán los escándalos a los que nos acostumbró durante todo el período. Recordemos. Algunos, porque son muchos.

En 2021 nos encontramos con la noticia de que el ministro de Turismo, el colorado Germán Cardoso, contrató una empresa estonia (Kirma Services), a través de procedimientos abreviados, con la finalidad de promocionar al país en medio de la pandemia, con fronteras cerradas. Inaudito.

Ese mismo año, el gobierno llegó a un acuerdo con la empresa belga Katoen Natie en el cual se entregó la concesión de la Terminal Cuenca del Plata por cincuenta años. Medio siglo. Diez gobiernos. Luis Alberto Heber fue el ministro de Transporte y Obras Públicas a cargo de la negociación.

Vinculado a las denuncias realizadas por el Frente Amplio ante la entrega de nuestra principal puerta de entrada y salida de productos, la justicia confirmó el espionaje contra los senadores Charles Carrera y Mario Bergara, ante el uso de información reservada y violación de la privacidad de los representantes nacionales.

Aquí aparece la figura de Alejandro Astesiano, jefe de la custodia presidencial. En setiembre de 2022 fue arrestado por estar presuntamente vinculado a una red de falsificación de pasaportes para ciudadanos rusos. Fue sólo el comienzo de una serie de irregularidades y delitos que quedó a medio destaparse. El paso del tiempo nos permitió ver cómo, desde una oficina en el piso 4 de la Presidencia de la República, se organizaban todo tipo de ilícitos. Pese a ser procesado, parece haber más preguntas que respuestas. No podemos olvidar la participación en el caso de la fiscal Gabriela Fossati, encargada de la investigación sobre el jefe de seguridad del presidente. 

Nuevamente, Luis Alberto Heber (ahora como ministro del Interior) y Francisco Bustillo, como ministro de Relaciones Exteriores, participaron de uno de los escándalos más grandes de este período. En el marco de la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset, los jerarcas mintieron al Parlamento en una instancia de interpelación. Posteriormente, la trama orquestada salió a la luz por medio de las grabaciones realizadas por la entonces vicecanciller, Carolina Ache.

Un párrafo aparte se lleva la ministra de Vivienda, Irene Moreira, con sus adjudicaciones directas para militantes de Cabildo Abierto. En campaña prometió 50.000 viviendas. Después nos dijo que era una expresión de deseo. Y finalmente nos enteramos que las viviendas se entregaban de favor. Una vergüenza.

El departamento de Salto también estuvo en la agenda política por una grosera maniobra realizada en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande. Carlos Albisu, presidente de la Comisión, realizó la contratación directa de 36 militantes blancos y colorados. Pese al pedido formal del Parlamento para que se realice el cese de esos contactos, algunos siguen vigentes. Albisu, el padre del escándalo, será candidato del Partido Nacional a la Intendencia de Salto.

Desde Artigas también llegaron noticias. Nos enteramos que el intendente Pablo Caram realizó el pago de horas extras a 53 empleados, que en promedio, registraron 80 horas mensuales, en algunos casos, superando las 200 en un mes. De esta forma salió a luz un caso de clientelismo atroz que terminó con el procesamiento del ex intendente, su primo, Rodolfo Caram, y su pareja, Stefany Severo, que fueron condenados por fraude. El caso también implicó a Valentina Dos Santos, también condenada con prisión por usurpación de funciones.

Podemos agregar los desastres ocurridos en la administración de la educación, con documentos plagiados en el Consejo de Formación en Educación y la autodesignación realizada por las propias jerarquías educativas. Los dos aviones Hércules, comprados en más 20 millones de dólares y que se encuentran parados. El “yo le creo” del presidente afectando una investigación y a las víctimas. La lista podría seguir.

El gobierno de la coalición multicolor cierra su período con un penoso prontuario de escándalos que marcaron la administración de la función pública. Mentiras, fraudes, falta de transparencia, clientelismo, corrupción. Dañaron la imagen y la confianza en las instituciones públicas. Llegaron planteando la desidia y el poco apego de nuestra gestión. Se van con una serie de escándalos inéditos en la historia del país. La ciudadanía, con su voto, tomó posición.

Prof. Sebastián Sabini