
El balance de los cuatro años de gobierno es de grandes anuncios en materia internacional pero pocas concreciones.
La posibilidad de firmar acuerdos bilaterales con otros países, como los anunciados China y Turquía, y los principales puntos de la actual presidencia protempore de Uruguay en el Mercosur, que finalizará en diciembre.
El balance, para el compañero Daniel Caggiani, debe incluir los 500 millones de dólares de aranceles para ingresar a otros mercados internacionales, sin avances significativos. Con buena parte del período de alto perfil y lógica de enfrentamiento en la región que no consiguió resultado, que actualmente cambió.
Son todas cosas que no dejan de concluir cosas, para un gobierno que cuando fue oposición decía que habían condicionantes ideológicas, algo que quedó demostrado que fue un aprendizaje para la administración actual.
En cuanto a Venezuela, la mirada difiere en cuanto a cómo se debe abordar la situación, con una hoja de ruta clara que busque caminos de salida. Además de la preocupación por los uruguayos que residen en ese país.
Más que tomar medidas, hay que buscar prudencia, tranquilidad y canalizar la situación con la lógica que Uruguay siempre trató de buscar: calidad democrática, diálogo, intentar ser un actor relevante. Entiende que, por las acciones de los gobiernos, termina aislando más a Venezuela y quienes más lo sufren son los venezolanos.
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Diputados trabaja en los acuerdos necesarios para modificar o derogar la Ley de Tenencia Compartida.
El Frente Amplio se encontró con un país en una situación bastante más compleja de la que se especulaba. Escribe Daniel Caggiani.
En un mundo en transición, donde los equilibrios geopolíticos se redefinen y los bloques tradicionales se fragmentan o reconfiguran, Uruguay ha decidido no ser un espectador. Escribe Daniel Caggiani.