Un gobierno que se hace cargo

4 de agosto de 2025
Daniel Caggiani. Foto MPP.

El Frente Amplio se encontró con un país en una situación bastante más compleja de la que se especulaba. Con una economía estancada, un espacio fiscal comprometido y varias bombas a punto de estallar que dejó instaladas el gobierno anterior. Pero para eso se eligen autoridades, para gobernar y solucionar los problemas de la coyuntura, algunos se pueden prever y otros no. Algunos son de carácter exógeno y otros son consecuencia directa de las decisiones políticas que se toman.

En este sentido, apenas instalado el nuevo gobierno tanto desde el Poder Ejecutivo como desde el Legislativo, tuvimos que dedicar mucho esfuerzo para construir soluciones para dos enormes problemas que se arrastraron de anterior administración: la situación del CASMU y la de la Caja de Profesionales Universitarios.

Dado el nuevo escenario, en que no se cuenta con mayoría parlamentaria del Frente Amplio en ambas cámaras, (se cuenta con los votos de 48 diputados, de los 50 necesarios para lograr la mayoría simple en la Cámara de Representantes), en los dos casos se trabajó arduamente para la construcción de acuerdos más amplios.

Como resultado, en el primer caso se aprobó la ley por la cual se otorgaron las garantías para que la mutualista pudiera acceder a los fondos del último tramo que previó el fideicomiso de la ley N° 20.325 que habilitó al CASMU al Fondo de Garantía para la Reestructuración de Pasivos de las Instituciones de Asistencia Médica Colectiva, por un monto de uno 25 millones de dólares.  Esto garantizó la continuidad de su funcionamiento y así se desactivó la primera bomba.

Además, se facultó al Poder Ejecutivo a prorrogar al plazo de las intervenciones por hasta un año adicional y se ampliaron las facultades de contralor, fiscalización e investigación, pudiendo observar las decisiones adoptadas por las auditorías naturales de la institución, sugerir correctivos y proponer alternativas.

En el segundo caso, en tiempos más largos y con negociaciones mucho más complejas, finalmente se lograron concretar los apoyos para sancionar la ley permitió salvar la Caja de Profesionales Universitarios. Y aunque el resultado sin duda no fue perfecto, fue la solución posible en el actual escenario.

A este respecto, se votó un mecanismo de financiamiento que reparte la carga entre la sociedad en general y los profesionales activos y pasivos en partes iguales, evitando así el quiebre definitivo de la institución y que el Estado y la sociedad toda debieran absorber este costo y los pagos totales de todas las pasividades comprendidas en la Caja de Profesionales Universitarios, desactivando así la segunda bomba. Además, se creó un grupo de trabajo cuyo cometido principal será el análisis y la elaboración de propuestas para ampliar la base de financiamiento y de aportantes para mantener la estabilidad de la institución.

Así recibimos el país: más que bombas había cráteres

Por otra parte, el pasado 2 de julio se aprobó la Rendición de Cuentas 2024, y aunque el proyecto fue votado en general por unanimidad, los legisladores de la oposición no votaron los artículos que crearon los instrumentos necesarios para que el gobierno pueda afrontar la comprometida situación financiera y las deudas heredadas del gobierno anterior, que fueron aprobados sólo con los votos del Frente Amplio. En este sentido, no votaron los artículos referidos al aumento del tope de endeudamiento, al incremento de recursos para ASSE de 62 millones de dólares y a los 144 millones de dólares para pagar el acuerdo con los privados por el Ferrocarril Central.

Es importante señalar esto, porque de alguna manera refleja la irresponsabilidad institucional del gobierno saliente, que no sólo no logró los resultados que prometió, sino que dejó al país con el déficit fiscal más grande de los últimos 30 años, con una deuda del 53% del PBI y con gastos postergados y compromisos asumidos  por casi mil millones de dólares que no estaban dentro del perímetro fiscal, y no votó los instrumentos propuestos por el Ministerio de Economía para que el nuevo gobierno pueda hacerse cargo de la situación.

En esta rendición de cuentas lo que evaluamos fueron los resultados, no los relatos, y lamentablemente hoy estamos en un Uruguay estancado, con sus cuentas públicas en rojo, más desigual, con mayor pobreza infantil e indigencia, más violento, menos transparente y con menos oportunidades.

El Uruguay creció económicamente, pero aumentó la desigualdad y no logró disminuir la pobreza.  Nos encontramos hoy ante la alarmante cifra de que 1 de cada 5 niños, niñas y adolescentes de nuestro país es pobre. Y los niños son pobres porque sus familias son pobres. De los poco más de 30mil niños que nacen al año, 10.000 nacen en la pobreza. ¡Y vaya si esto es un tema que debe importarnos! Aún más en un país con los problemas poblacionales y de envejecimiento que tiene el nuestro. Es necesario dialogar y debatir para repensar nuestra matriz de protección social.

Estamos en un país que aumentó un 50% la indigencia, y que duplicó la población en situación de calle. Son números, son constatables.

El Uruguay de hoy es un Uruguay más violento que en 2019, fue el quinquenio con mayor número de asesinatos desde que existen datos registrados en nuestro país, se duplicaron las denuncias de violencia contra niñas, niños y adolescentes, existe un aumento sostenido de las denuncias de violencia de género, estamos ante una situación de emergencia del sistema carcelario con casi 17mil personas privadas de libertad y una reincidencia del 70%.

Estamos hoy en un país menos transparente, y eso es un problema para nuestro país, porque si la gente no accede a la información fidedigna y de calidad para poder tomar decisiones se convierte en un problema democrático. La transparencia es necesaria como garante de la democracia.

Pasando raya hoy estamos en un país de menos oportunidades, menos oportunidades de desarrollo de las trayectorias educativas y de trayectorias laborales formales, del acceso a la vivienda, del acceso a las condiciones mínimas para una vida digna y se agravaron los problemas para los que hace 5 años quienes eran oposición nos dijeron que tenían todas las soluciones y que un periquete los iban a arreglar.

Este es el país del que nos estamos y nos seguiremos haciendo cargo. Con todas estas dificultades, que sin duda son un punto de partida complejo que nos va a exigir muchísimo trabajo y nos va a imponer algunas limitaciones, pero que estamos dispuestos a enfrentar.

Lo que viene

Se viene una de las etapas más importantes para un gobierno: la elaboración, discusión y aprobación del presupuesto quinquenal. Será todo un desafío generar los equilibrios y las condiciones para dar respuesta a las expectativas y la gran cantidad de demandas que se multiplican después de 5 años de un gobierno que estuvo de espaldas al pueblo, más en un escenario político sin mayorías parlamentarias.

Pero tenemos un programa, un gran equipo de gobierno y el apoyo de nuestra gente. Y sobre todo tenemos el compromiso de salir a conversar con cada compañera y compañero, cada vecina y vecino, con cada paisana y paisano, con cada ciudadana y ciudadano, con cada compatriota por cada rincón del Uruguay, para contar y explicar cada una de nuestras propuestas y decisiones, pero sobre todo para estar, ver, escuchar y pensar juntos toda idea que las mejore.

Daniel Caggiani
Senador – Espacio 609
Frente Amplio

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