«100 días que valen la esperanza» por Julieta Sierra.

9 de junio de 2025

Se están cumpliendo por esta semana, los primeros 100 días de gobierno. Un mojón que simbólicamente tiene diferentes interpretaciones, hay quienes consideran que ese transcurso debe ser una aplanadora, otros una serie de anuncios generales de lo que encontraremos en todo el período, otros un extintor de los principales incendios, otros un borrón y cuenta nueva de años pasados. No adjudico razón ni verdad absoluta a ninguna de ellas aunque tenga mi preferencia para conceptualizar estos días, que es, precisamente, un poco de cada una. El gobierno frenteamplista que está cumpliendo sus 100 días, ha sido cada una de esas apreciaciones y también más.

Ha sido una aplanadora en comenzar a trabajar para aplacar desigualdades que nos están doliendo profundamente, los ejemplos más tangibles corresponden a la reposición de medicamentos en ASSE en todo el país, al bono educativo para nuestros niños y niñas, la posibilidad de una vacuna gratuita contra el meningococo que hoy en día ronda por los $16.000, la compra de tierras de Colonización para pequeños productores haciendo énfasis en mujeres y jóvenes rurales, la expansión de PADO para hacer frente a una escalada de violencia en nuestras calles.

También se han realizado anuncios precisos sobre en qué se trabajará durante estos años, es por ello que el Ministro de Economía y Finanzas ha dicho hasta el cansancio que la atracción de inversiones para el crecimiento y desarrollo económico de nuestro país, será el desvelo de su equipo, siempre en el entendido de que todo aquello que se logre, deberá estar enmarcado en el aumento de puestos de trabajo de calidad. Tener empleo es más que poder cumplir con autonomía necesidades básicas, es poder pensar en una proyección de vida en el mediano y largo plazo, algo que en las generaciones más jóvenes –donde se encuentra el mayor desempleo– necesitan con ímpetu la esperanza de que su vida podrá ser autosuficiente. Otro anuncio enmarcado en el período que considero relevante es el Plan de Transporte Metropolitano porque necesitamos pensar otro tipo de transporte público, que sea más ágil, más efectivo, más económico.

El extintor de incendios se ha utilizado casi de forma permanente, más de lo imaginado y con una intensidad no deseada, sino cómo se explica que hasta los últimos días de febrero se hayan negociado contratos que hoy hay que rever pies a cabeza como es el del Proyecto Neptuno; buscar una salida rápida frente a un juicio millonario del Ferrocarril Central, planificar una respuesta inmediata a la situación deficitaria de la Caja de Profesionales para que la ciudadanía entera no cargue el costo, modificar presupuestos de diferentes empresas públicas por encontrar nuevos y más créditos como el de ANCAP no informados en transición, regularizar una deuda millonaria en ASSE por mala gestión…y podría seguir casi con un ejemplo por cada ministerio.

El concepto de borrón y cuenta nueva -en mi caso, que puede ser como todo, compartido o no- no refiere a una asunción refundacional, siempre dijimos que no creemos en eso, porque los uruguayos y uruguayas no merecen la volatilidad de tener cambios al antojo del gobierno de turno, porque ante todo somos republicanos y cada gobierno elegido democráticamente, con sus luces y sombras, debe ser respetado en el marco, justamente, del cuidado de nuestra democracia tan valorada y reconocida mundialmente. En ese sentido, creo que el borrón y cuenta nueva sí ha sido en apertura y escucha pero sobre todo, en una sobria característica de nuestro Presidente Yamandú Orsi, que responde a no generar una instancia de bombos y platillos antes cada mínimo paso que da, a una descentralización real (que no es ni más ni menos que la delegación del poder) para dejar trabajar a un equipo que ya está mostrando resultados, no anuncios de anuncios de anuncios que celebramos, luego no hacemos seguimiento y al tiempo nos encontramos con que nada ha sucedido. La legitimidad de quienes somos servidores públicos se construye con acciones concretas, siendo consecuentes a nuestras palabras y asumiendo nuestros errores, cometidos por todas y todos en nuestra calidad de seres humanos.

Podría mencionar otras medidas tomadas, solo algunas para seguir argumentando a favor de la contundencia de estos primeros 100 días: Se está remodelando el CTI Neonatal de Salto, expansión del Plan de Salud Mental, se realizará la mayor inversión en becas para estudiantes de educación media de la historia, se creó Uruguay Innova dando puntapié a un sistema de inteligencia y efectividad en nuestras industrias, se instaló rápidamente el diálogo por la seguridad social y así seguiría largo y tendido.

Esto se trata de acciones y la comunicación de las mismas, por supuesto, de hecho la bendita comunicación ha sido demandada constantemente en nuestros anteriores gobiernos, pero sobre todo, se trata de tener la confianza de que hay un rumbo trazado y que cada frenteamplista puede ser polea de transmisión de las acciones que principalmente siente más cercanas. Y que cada ciudadano, ciudadana, frenteamplista o no, sepa que hay un gobierno que está trabajando, incansablemente por nuestra gente, contemplando todas las sensibilidades, no únicamente la de quienes lo votamos, que significa responder a las responsabilidades adjudicadas. Porque si me consultan sobre los 100 días, diré que los que más me importan, son los últimos 100, aquellos en los que digamos: Supimos cumplir.

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