48 años del Frente Amplio. 48 años de lucha pacífica por los derechos de las personas, por el humanismo y por la unidad. 48 años desde aquel 5 de febrero que cambió la historia política de nuestro país.
Desde la unidad, colmamos el Parque Rodó para escuchar a nuestras precandidaturas, junto a las compañeras y los compañeros de siempre, pero también junto a muchas caras nuevas, la renovación e innovación que siempre abrazamos, tan necesaria para seguir soñando y trabajando por hacer de nuestro lugar uno más justo y equitativo.
El 5 de febrero de 1971 cambiamos la historia de nuestro país. A 48 años de aquella histórica ocasión, nos unimos una vez más para celebrar un nuevo aniversario, 14 años de logros y celebrar también la riqueza de nuestra fuerza: la diversidad, la lucha por los derechos y el humanismo.
Con ese ímpetu, miles y miles de militantes llenamos el Parque Rodó en la tarde del martes. Dialogamos y, entre mates y banderas, escuchamos al compañero y presidente Javier Miranda, así como a nuestra fuerza desde la precandidatura, con las palabras de Carolina Cosse, Mario Bergara, Daniel Martínez y Óscar Andrade.
El compañero y presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, comenzó el acto verbal mencionando apenas algunos de los logros alcanzados durante los últimos 14 años. Con más sueños pero con los mismos principios, nos recordó que ahora se abren nuevos desafíos.
Conjuntamente, Miranda nos habló de la necesidad de unificar la militancia y redoblar nuestros esfuerzos en el complicado panorama de la región, con populismos bancados por instituciones religiosas, que han alejado a los gobiernos latinoamericanos del laicismo y que mediante restauraciones neoliberales no hacen más que ahondar en la desigualdad.
Tras las palabras de Miranda, escuchamos a nuestra compañera Carolina Cosse, quien además de repasar algunos de los momentos más significativos en la historia del FA y apenas algunos de los tantos nombres que le han protagonizado, retomó la importancia de nuestra unidad.
Nuestro partido siempre ha sido un partido verdaderamente innovador y de la misma manera en la que siempre hemos enfrentado los nuevos desafíos, debemos enfrentar la compleja situación de nuestros días y resignficarla, «convertirla en un momento memorable». Y esto, en palabras de la compañera:
«No lo vamos a hacer aplicando recetas viejas a problemas nuevos, porque nosotros sabemos innovar. No lo vamos a hacer desconociendo derechos, porque nosotros construimos derechos. No lo vamos a hacer retrocediendo, porque lo nuestro es avanzar. No lo vamos a hacer avasallando, porque somos una fuerza de paz y pacificadora. Y no lo vamos a hacer usando el miedo, porque lo que nos une no es el miedo. Lo que nos une es la fuerza transformadora del humanismo».
Acto seguido, tomó la palabra el compañero Mario Bergara, quien repasó brevemente los logros de los 14 años de esfuerzo y compromiso de nuestro partido, sintetizado en un hecho innegable: el Uruguay de hoy no tiene nada que ver con el Uruguay de hace 15 años.
Igualmente, tampoco hemos de perder visión y Bergara, recordando al general Seregni, nos dice que hay que «mirar la realidad de frente», debemos tener autocrítica y seguir trabajando por la educación, combatiendo no solo al delito, sino a la verdadera causa del delito, por el bienestar, la vivienda y el empleo.
En este sentido, Bergara señaló:
«Reivindicamos lo grueso de lo hecho por el FA en estos tres gobiernos. Ha hecho un montón de transformaciones estructurales en una cantidad enorme de áreas y el resultado es que estamos en un país diferente. Estamos en un escalón de bienestar, equidad y derechos más alto. Eso no nos impide ser autocríticos: hay áreas que no hemos podido resolver y reformas inconclusas»
Posteriormente, la oratoria del compañero e intendente de Montevideo, Daniel Martínez, continuó este hilo conductor. «Podemos decir con orgullo que muchos indicadores nos dicen que el país ha cambiado, mientras en el mundo vemos con dolor cómo se conculcan derechos democráticos», señaló Martínez.
Entre otras menciones, como sabemos, semanas atrás el Panorama Social de América Latina 2018, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), destacó que Uruguay es el país con lo más bajos indicadores de pobreza e indigencia en toda la región. Además, somos el único que logró reducir la indigencia a menos del 3 % y la pobreza a la mitad, uno de los mayores objetivos con los que Latinoamérica se había comprometido en Naciones Unidas. Casi en simultáneo, la última edición del Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional también destacó a Uruguay como el país menos corrupto de Latinoamérica en percepción, por mencionar dos de los ejemplos más recientes.
Asimismo, también sabemos muy bien que hay quienes no solo no son capaces de aceptarlo, sino que promueven el miedo y el terror a través de campañas artificiales que a través de la virtualidad buscan manipular la opinión pública. Esta es una de las formas del miedo como herramienta política a la que refieren nuestras compañeras y compañeros. Y sobre esta cuestión, Martínez dijo:
«La Cepal nos pone como el país que más bajó la indigencia y la pobreza, mientras los países de la región aumentan las desigualdades sociales. Y eso se lo debemos decirles a quien a demonizan todo, a los que apuestan a la cultura del odio, tenemos que decirles con el corazón seregnista: estamos para construir un país de respeto para todos, nunca vamos a apostar a la división entre hermanos».
Finalmente, el compañero Óscar Andrade cerró la dialéctica con su característica efusión, refiriendo a cómo nuestro partido se ha puesto del lado de quienes más lo necesitan, destacando los la forma en la que el Frente Amplio ha defendido, reconocido y luchado por los derechos de los más pobres, las cultoras y cultores, la intelectualidad que se la juega por la equidad y por extender el brazo a quienes siempre lo necesitaron.
Entre fuertes aplausos y mucha emoción, Andrade también volvió a remarcar lo necesario de nuestra unidad. En sus palabras:
«Tenemos que organizar a nuestro pueblo. Nos han comido la cabeza con que las encuestas nos marcan la cancha. El militante frenteamplista jamás fue un opinológo, fue un militante que estuvo en la lucha siempre, en la calle, en la cooperativa».
Este aniversario fue, sin dudas, un momento muy especial para nuestra fuerza. Como han señalado las compañeras y los compañeros desde cada sector de nuestra fuerza, tenemos que unirnos más que nunca y enfrentar este desafío para seguir luchando, construyendo y materializando este sueño.
“Mi deber como ciudadano y militante político es renunciar y presentarme ante la justicia para dar todas las explicaciones”.
La historia la construyen los de abajo, con el corazón abierto para luchar contra las injusticias sin pedir nada a cambio. Los que construyen el sueño de una patria para todos.
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