El desafío de resignificar la política

25 de febrero de 2019

Desde el mes de diciembre, jóvenes militantes están llevando adelante una suerte de academia en la cual ayudan a otros estudiantes a preparar sus exámenes mediante el voluntariado. La iniciativa surgió entre jóvenes militantes del Movimiento de Participación Popular (MPP), quienes explicaron que no existe un trasfondo político partidario y que es un espacio abierto a todos los estudiantes y voluntarios. Caras y Caretas habló con Julieta Sierra y Melody Caballero, militantes e integrantes de la operativa de este proyecto.

Por Meri Parrado

La iniciativa de ayudar a estudiantes a salvar materias está inspirada en un discurso de José Pepe Mujica que tuvo lugar en noviembre del año pasado en el club Platense. Así lo contaron estas jóvenes militantes que junto a otros presentes se sintieron interpelados por aquel discurso en que Pepe habló de la importancia de la educación y decidieron llevarlo a acciones concretas. “Cuando estábamos en la organización de aquel acto, varios compañeros se encontraban preparando exámenes y otros compañeros, que eran egresados o estudiantes avanzados de alguna carrera de Udelar, comenzaron a darles una mano, pero en la interna de nuestro sector. Luego del acto, nos pusimos a pensar como podíamos aportar algo a la educación y se nos ocurrió que, así como nuestros compañeros, podía haber varios gurises que necesitaran ayuda para salvar alguna materia. Y así decidimos hacer una convocatoria abierta a través de las redes para ver si se arrimaba alguien más”, recordó Melody.

A la semana de esa convocatoria había 200 inscriptos para preparar los exámenes del período de diciembre y actualmente son más de 1.000 personas las que se fueron acercando y aceptando la ayuda que brindaban los militantes. “Arrancamos esto con un tenedor y nos fuimos encontrando con un montón de cosas complicadas que hemos intentado ir resolviendo sobre la marcha”, agregó la joven.

Actualmente, las rondas de estudio van sumando asistentes con el paso de los días, a quienes, además de clases de apoyo, se les brinda, tiempo, dedicación, desayuno o merienda, según el turno en el que asistan. También se implementó un portal web para que puedan acceder a materiales de estudio y ejercitar cuando están es sus casas.

El bien sin mirar a quién

Luego de la etapa inicial, y de cara al segundo período de exámenes que se venía, se comenzó a organizar más la improvisada academia que se venía gestando. La nómina de estudiantes creció para el período de enero y también el número de voluntarios que se sumaban a este proyecto. Las jóvenes hicieron hincapié en que este espacio es abierto a todas las personas sin importar ideología.

“Cuando hicimos la convocatoria inicial fue con la idea de desdibujar lo sectorial y que cualquier persona pueda sumarse. Si bien tenemos cierta visión ideológica, y practicamos determinados valores, esto lo hacemos sin la necesidad de que el sector sea el beneficiado. Pretendemos brindar apoyo”, subrayó Melody.

Las jóvenes valoraron que actualmente cuentan con el apoyo de 85 voluntarios, de los cuales 30 pertenecen al MPP, pero el resto son de otros sectores, como la juventud comunista (UJC), y en algunos casos, personas que no son votantes del Frente Amplio (FA) y se acercaron manifestando que querían sumarse y aportar.

Según contaron las militantes, la mayoría de los estudiantes que se acercaron a este espacio son menores de edad, quienes van acompañados de sus padres, abuelos o algún familiar: antes de dejarlos en el local, se quedan un poco “mirando qué onda” o le revisan los materiales para ver si hay algún folleto de contenido electoral cuando llegan. “Acá no hay ningún trasfondo. Esto que hacemos tiene contenido político fuerte por el simple hecho que es político que haya compañeros con nivel académico avanzado que democratizan el conocimiento en pos de que otros gurises aprueben exámenes, pero no es partidario”, sentenció Julieta.

“Usamos el sello Gurises MPP porque la idea salió de esta organización y nos parece bien que sepan quiénes somos y darles la libertad de elegir si quieren venir o no. Acá no preguntamos a quién votan cuando llegan”, agregó.

Educar para transformar

Para Melody y Julieta, este proyecto va más allá de salvar la materia; no se trata sólo de enseñar una disciplina, sino también de enseñar el valor que tiene la educación. “La mayoría de los que vienen son muchachos como nosotros, hijos de trabajadores, de madres solteras que tienen dos laburos, o de familias numerosas que por diferentes situaciones no pueden prestarles la atención necesaria y por eso queremos que tengan ese apoyo. No sólo para que salven la materia, sino para que entiendan que la educación es transformadora de la realidad”, expresó Melody

La idea de quienes forman parte de esta iniciativa es continuar este proceso porque entienden que hay una demanda real de estudiantes que necesitan clases de apoyo para salvar los exámenes. “Ya nos están preguntando si también vamos a preparar exámenes para julio o sobre las posibilidades de extender las clases a otros barrios o departamentos del interior”, contaron.

En este sentido, hablaron de la importancia de que se sume más gente para poder sostener este proyecto. “Tenemos la intención de que esto perdure y, para eso, queremos generar las condiciones materiales de infraestructura y logística. Pero tenemos la necesidad de que se empoderen los distintos actores de la sociedad. Esto lo sostienen la gente y el voluntariado”, expresaron.

Con respecto a la experiencia de formar parte de esta idea, las jóvenes, se mostraron orgullosas, realizadas y emocionadas por los logros obtenidos. “Es un proceso satisfactorio. Hemos tenido buenos resultados y no sólo esta organización ha colaborado; muchos docentes y egresados que no militan acá se comprometieron con la educación. En lo personal siento que sirvo para algo en esta vida”, expresó Melody, quien, además de coordinar, da clases de geografía.

Cada vez que un estudiante salva un examen y envía un mensaje para transmitirle la noticia a su referente en la materia, se genera una situación de capturas de pantalla entre todos los voluntarios que celebran ese logro. “En este tiempo nos hemos pasado llorando con los mensajes de los chicos que van salvando las materias”, comentó Julieta.

“La retribución de esta acción es mucho más grande que lo que damos. Y si bien esto trasciende a la organización, es consecuente con la línea de trabajo que siempre se practicó desde este sector”. Julieta hizo referencia, entre otras cosas, al tope salarial que tienen los legisladores del MPP; una parte de su sueldo es destinada a financiar proyectos solidarios. “Esta acción es la forma que nosotros encontramos de ser consecuentes con esa línea”, apuntó Julieta.

Resignificar la política

Ambas jóvenes fueron coincidentes en que la política y la militancia no siempre están relacionadas con lo electoral o con la lucha por obtener el poder. “Llevar a cabo estas acciones es una forma de mostrar que el otro te importa. Queremos construir una sociedad mejor y creemos que esto se puede lograr practicando la solidaridad”, aseguró Julieta.

Para ellas, en estas épocas electorales se pretende mostrar solamente la parte tóxica de la política, pero insisten en la importancia de demostrar que se le puede dar otro valor, entendiéndola como una forma de aportar a la construcción de una sociedad mejor más allá de la militancia de izquierda y de lo electoral. “Ayudar al otro es resignificar la política en épocas en que se la suele deslegitimar”, concluyó Julieta.

Vía: Caras & Caretas

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