Infancia, salud y empleo: las prioridades que Orsi puso en el centro ante ADM.

Foto: Presidencia.

El presidente detalló medidas ya en marcha en empleo, negociación colectiva, salud, primera infancia y programas sociales. Habló de «revolución de las cosas simples» y de una recuperación «con justicia social, empujando desde abajo».

En el almuerzo de ADM de este lunes, Yamandú Orsi eligió poner el foco en los avances sociales de los primeros meses de gobierno, con énfasis en empleo, salud e infancia.

En materia laboral, sostuvo que «el primer indicio de que estamos en el camino correcto es la recuperación del empleo» y subrayó que «la tasa de empleo se encuentra en su mayor nivel de los últimos 10 años, 60%», meintras que «la tasa de desempleo se redujo a niveles que no veíamos desde hace años: 6,9%».

Atribuyó estos datos a «un marco macroeconómico responsable, un clima de confianza y de iniciativas concretas de inversión pública y privada que están dinamizando la economía». Reivindicó además la negociación colectiva como «uno de los grandes activos institucionales del país», destacando que «de más de 100 mesas de negociación abiertas en los consejos de salarios, el 30% ya cerró acuerdos con las pautas presentadas por el Poder Ejecutivo».

«La recuperación es sí o sí con justicia social, empujando desde abajo, con reglas claras, y un Estado que genera oportunidades y pone en el centro al trabajo», enfatizó.

Infancia primero: bono escolar, becas y programa Crece Desde el Pie

Orsi insistió en que «hablar de educación en Uruguay es hablar de igualdad, de movilidad social y de futuro» y reafirmó que la educación «no era un capítulo más en la gestión, era el corazón del Proyecto País».

Detalló que el nuevo bono escolar de «$2.500 pesos por hijo o hija destinados a estudiantres de educación inicial, jardines, CAIF y escuelas de la ANEP», que en 2025 llegó a «aproximadamente 114.000 niños» de los quintiles 1 y 2 al regreso de las vacaciones de invierno, con el objetivo de alcanzar a «300.000 estudiantes por año al final del quinquenio». El propósito, explicó, es que «el ausentismo crónico» no se convierta en barrera para aprender y que «igualar el punto de partida» sea una política de Estado.

Respecto a las becas Butiá, señaló que se trata «de un proceso de becas que viene de años atrás» y que este gobierno decidió mantenerlo «porque es una buena herramienta y se utilizó bien», pero con la obligación de «hacerlo mejor». Las becas pasarán de «14.700 a una meta de 70.000 estudiantes durante el quinquenio», con aumentos de montos «hasta 25.000 pesos anuales según el grado» y bajo la coordinación de la nueva Secretaría Nacional de Becas.

El presidente remarcó que «si uno mira con atención donde empieza realmente la igualdad de un país, vuelve siempre al mismo lugar, a los primeros años de vida». Por eso, el presupuesto nacional destina «el 40% de la inversión incremental del quinquenio a la infancia y la adolescencia», una decisión que calificó como «histórica».

En ese marco se refirió al programa «Crece desde el pie», pensado para «llegar al corazón de la desigualdad estructural» y «garantizar que ningún recién nacido tenga un hogar con esas condiciones» de extrema precariedad. El piloto comenzó en el Hospital Pereira Rosell, donde «equipos del MIDES acompañan a las familias, el Ministerio de Vivienda interviene sobre esas viviendas, para que cuando una madres vuelva del hospital con su hijo, llegue a una casa que la recibe mejor».

Salud: medicamentos, listas de espera y salud mental como política de Estado.

Orsi afirmó que «si hay un terreno donde se mide con claridad la capacidad de un gobierno para ordenar el país es la salud», porque «la salud no es solo un servicio, es la frontera más directa entre la presencia del Estado y la vida cotidiana de nuestra gente».

Recordó que al asumir, el área metropolitana registraba «90 medicamentos faltantes en ASSE» y que «en un mes, con gestión directa, auditoría, revisión de inventarios y coordinación con proveedores, esa cifra se redujo a 10». Lo definió como «una señal clara de lo que ocurre cuando el sistema se ordena y cuando cada equipo sabe lo que tiene que hacer».

También detalló un «plan de choque» para reducir las listas de espera, que «amplió horarios, reforzó equipos, reorganizó agendas», y acuerdos con el Hospital de Clínicas y el Pereira Rosell para acelerar cirugías oftalmológicas pediátricas: «Una intervención visual a tiempo cambia la trayectoria educativa y el desarrollo de un niño para siempre».

El presidente destacó el lanzamiento de una «acción nacional de salud mental con un enfoque participativo y territorial», con siete líneas estratégicas que van desde la rectoría del sistema hasta la sustitución progresiva de los hospitales psiquiátricos monovalentes por «dispositivos comunitarios que promuevan la autonomía y la dignidad».

En infraestructura sanitaria, mencionó el Hospital de la Costa, como «respuesta concreta a una demanda histórica» y recordó la reciente inauguración de un tomógrafo en el Hospital del Cerro, donde se reafirmó que «esto son políticas de Estado que se van sumando ladrillo tras ladrillo para una gestión pública que redunda en dignidad para nuestra gente».

En síntesis, resumió los avances en cinco ejes: «acceso a medicamentos, reducción de listas de espera, salud visual infantil, salud mental como política de Estado e infraestructura sanitaria», todos bajo un mismo hilo conductor: «avanzar en una salud de calidad y sin esperas».

Tarjeta Uruguay Social, Bono Crianza y apoyo a los hogares más vulnerables

Orsi puso el foco también en el impacto de la pobreza en las familias y, especialmente, en las mujeres: «La pobreza no es solo un número, es una mochila que muchas veces cae sobre las mujeres que crían solas, sobre familias que hacen malabares para poner comida en la mesa».

En esa línea, informó que el gobierno decidió «aumentar un 50% la Tarjeta Uruguay Social y el Bono Crianza», apoyos que llegan a los «100.000 hogares más vulnerables del país». Hoy la Tarjeta Uruguay Social alcanza a «casi 290.500 personas» y el Bono Crianza llega a «30.000 hogares con madres embarazadas y niños de 0 a 3 años».

«Este aumento no es un beneficio, es un alivio, es un puente, es una señal de que el Estado está ahí cuando más se lo necesita», aseguró, subrayando que «un niño que recibe nutrientes, cuidado y afecto desde el primer día, tiene armas para romper el círculo de la pobreza».