Debemos estar siempre abiertos para acoger a todos los que quieran acompañar en la peripecia de un país mejor y hacia adelante, dijo Lucía Toplansky.
Cada cinco años, con el inicio de un nuevo proceso electoral, invitamos a todo el pueblo frenteamplista a que nos acompañe. No solamente a ellos, también a quienes simpatizan con otras tiendas políticas, o a los 250.000 votantes nuevos. A todos les pedimos que nos digan cuál de los precandidatos creen que llevará mejor nuestro programa y los destinos del país.
Lo fundamental es que cuantos más seamos en junio, el punto de partida será más potente de cara a octubre. «Capaz que ni tenemos que ir a noviembre», sugirió Lucía, con la simpatía y complicidad de todos los compañeros que se quedaron a escucharla este sábado 9 en el Comité de Base Federico García Lorca, en Montevideo, acompañada por José Mujica.
Y luego seguir viaje a mayo, hacia las elecciones departamentales, para reafirmar gobiernos departamentales encabezados por compañeros frentistas, reconquistar los perdidos e incluso ganar en otros departamentos.
Para esto, gran iniciativa fue la recorrida por cada pueblo que inició el propio Frente Amplio. Queríamos que hable la gente, subrayó Lucía. De pueblos a pagos, con los sectores más variados de la sociedad, aprendimos del ciudadano de todos los días, del que amanece para pelearla mes a mes, de los nuevos fenómenos sociales y las adicciones, del nuevo mundo hipercomunicado, etcétera. Con la conducción de los compañeros y el aporte de las agrupaciones y los frenteamplistas de base, todos construimos el programa para presentar a los uruguayos.
Esto es el Frente Amplio: la unidad en la diversidad. Nosotros no somos un molde, somos bien diversos y sabemos andar juntos en la vida, lo que nos permitió desde 1971 la construcción de esta fuerza política, su crecimiento e incluso la victoria de 2005, con los siguientes apoyos de la gente para dos gobiernos nacionales más. Fue esa tenacidad.
Hoy, no estamos en el 2005. Es el 2024. La campaña será diferente. El mundo y el país están en momentos distintos. La realidad, cambiante, nos propone desafíos. La reforma de la salud modificó la calidad de vida de los uruguayos. Fue un mojón de la historia del país, alimentada por el aporte de tantos uruguayos a lo largo de las décadas. «Pero las reformas siempre son comienzos», planteó la compañera, son el inicio para abordar una realidad dinámica. Tenemos mucho que decir sobre la salud que queremos para cada uno de los territorios del Uruguay, reflexionó.
El Plan Ceibal es otro gran ejemplo. Democratizó el acceso a la tecnología del siglo XXI. Hoy es un clásico de la educación uruguaya. Tenemos que seguir potenciándolo. Pero el Ceibal no estaba originalmente en el programa. Ahí recordó las palabras de Rosa Luxemburgo: «Creen los compañeros que todo está en el programa. ¡Se equivocan! Es apenas un rumbo». Es que la realidad nos cruza con preguntas y realidades nuevas.
Nosotros queremos que este pequeño país con oportunidades brille en el contexto de América Latina y, si es posible, en el contexto mundial. Somos poquitos e incluso ese es uno de nuestros problemas, pero podemos pelear y para esta lucha tenemos que convocar a todos. Siempre sean bienvenidos aquellos que se integren a esta lucha, proclamó, más allá del lugar de donde provengan.
«Hay gente que es una lástima que no esté acá. ¡Tenemos que ir a convidarla! Desde ahora, para que participe con nosotros desde junio, mostrarle las razones, conversar con ellas, la política no son solo razones porque también es corazón y afectos; esta comunidad de 3 millones y medio es una gran comunidad».
Más orientales que nunca, siempre en el abrazo grande. El Frente tiene que ser una casa para acoger a todos los que quieran acompañar en la peripecia de un país siempre mejor y siempre hacia adelante.
Les tenemos que legar a las generaciones que vienen un Uruguay más amigable en materia de ambiente, tenemos que poner un granito de arena. Muchos granos pueden hacer una montaña. Tenemos que afinar en la convivencia, no tenemos que dejar a los barrios que sean copados por la violencia; no tenemos que eludir estos temas y tratar de tender todos los puentes posibles. Eso creo que lo podemos hacer con esta herramienta, con nuestra propuesta y con nuestro compañero comandando el timón de este barco.
La lucha tiene más que motivos. Unos podrán dar las 24 horas del día, otros menos. Pero cada uno de acuerdo a su posibilidad, todos podemos dar algo. Todos nos movemos en un barrio, hablamos con la gente, con humildad pero sin callarse, que el Frente tenga un aluvión de votos será el mejor punto de partida para octubre. En eso, los Comité tienen un rol, en la vida cotidiana.
«Sé que los compañeros cuando se mueven son una máquina. La tenemos que poner en movimiento, somos todos y es con todos».
“Mi deber como ciudadano y militante político es renunciar y presentarme ante la justicia para dar todas las explicaciones”.
La historia la construyen los de abajo, con el corazón abierto para luchar contra las injusticias sin pedir nada a cambio. Los que construyen el sueño de una patria para todos.
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Por un país que cuida la seguridad y orienta los recursos del Estado a atender lo que debe atender, no para perseguir intereses políticos, expresó Yamandú Orsi.
