Orsi en ADM: «Uruguay cambió de rumbo sin perder su acumulación positiva».

Foto: Presidencia.

En su intervención en el almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), el presidente Yamandú Orsi defendió el nuevo rumbo del gobierno, detalló el punto de partida que encontró al asumir y remarcó que su estilo será decir lo que piensa, aún a costa de lo que algunos puedan entender como «tropiezos discursivos».

La herencia y el punto de partida

El presidente dedicó buena parte del arranque a precisar el diagnóstico de situación al asumir. Aclaró que «la herencia recibida no es un desastre, no fue un desastre, tampoco fue el paraíso», y que el país combinaba «fortalezas macroeconómicas» con «una situación bastante más pesada y compleja de lo que se nos había anunciado».

En materia fiscal, explicó que «el déficit real rondaba el 4% del PIB, bastante más por encima de lo que suponíamos allá en el 2024», y que se encontraron «deudas postergadas, obligaciones que no estaban registradas con claridad, más de 160 millones de dólares en Ministerio de Transporte o más de 100 en ASSE».

Señaló además que «parte de la buena foto fiscal del último año se había sostenido adelantando ingresos futuros», mencionando adelantamientos de ANCAP y UTE, lo que dejó «compromisos para el año 2025». A eso sumó decisiones presupuestales que implican egresos adicionales por «97 millones de dólares para este año justamente por haber postergado gastos y cargas que ahora el nuevo gobierno, como corresponde, tiene que asumir».

En el plano social, Orsi describió «una situación social compleja que afecta de manera directa la vida cotidiana de miles de uruguayos», con pobreza infantil en aumento, «llegando hasta el 20% en el año 2024», y un «récord histórico de personas viviendo en situación de calle», que definió como «rostros concretos, compatriotas que sufren aislamiento, abandono, problemas de salud mental, etc».

También apuntó al sistema de salud, «tensionado al extremo», con «mutualistas que estaban bajo situación financiera crítica, un récord de juicios contra el Estado y una población reclamando medicamentos y tratamientos que el sistema no estaba pudiendo garantizar».

Equipos, prioridades y la revolución de las cosas simples

Orsi resumió las primeras decisiones del gobierno en tres grandes ejes: armado de equipos, fijación de prioridades y articulación del Estado. Sobre el gabinete, afirmó: «Lo primero que tuve que hacer, la primera tarea ha sido nombrar y armar los equipos para gobernar y créanme, considero que eso lo pude hacer bastante rápido. Y lo otro es, estoy muy contento y orgulloso y felicito al equipo que tenemos».

Luego explicó que definieron «63 prioridades centrales para este quinquenio», con organismo responsable, cronograma, metas e indicadores. Allí ubicó áreas como «salud, educación, seguridad, primera infancia, empleo, vivienda, infraestructura, ambiente, innovación».

Reivindicó un estilo de gestión centrado en lo cotidiano: «Nuestras prioridades están pensadas desde lo cotidiano, desde la revolución de las cosas simples, pequeñas transformaciones prácticas que bien hechas cambian la vida de las personas». Y lo sintetizó así: «Gobernar no consiste o no se trata solo de hacer grandes anuncios que entusiasman, es ordenar, es facilitar, es resolver, es lograr que las cosas funcionen mejor todos los días y para todas las personas».

En clave de articulación estatal, insistió en «construir un Estado que trabaje como un solo cuerpo» y puso como ejemplo el programa «Uruguay Innova», que reúne a ministerios, a la ANII, la UDELAR, la UTEC y la ANEP con el sistema científico, así como la creación de la Secretaría Nacional de Becas para «llegar a más estudiantes, con criterios claros, y evitando superposiciones».

«Pasamos de la lógica del parche a la lógica del proyecto»

A la hora de mostrar resultados, Orsi fue categórico: «Puedo asegurar que Uruguay cambió de rumbo sin perder su acumulación positiva. Que pasamos de la lógica del parche a la lógica del proyecto, de administrar la coyuntura a construir futuro».

Según detallo, «el 70% de las prioridades estratégicas, 44 de esas 63, se están implementando» y el país «avanza simultáneamente en empleo, salud, infancia, educación, producción, transporte, seguridad», lo que demuestra que «el relato no es un eslogan, sino un plan de acción en marcha».

El presidente definió la etapa como una combinación entre «reformas estructurales y revolución de las cosas simples», con un Estado «más eficiente, más cercano y más comprometido con su gente».

Sobre el vínculo con sectores productivos y sociales, cerró con un mensaje de corresponsabilidad: «Porque estamos convencidos que un país se construye con 19 departamentos fuertes, con empresarios que invierten, con trabajadores que se organizan, con universidades que investigan, con gremiales empresariales que defienden los intereses nacionales, con organizaciones sociales que empujan».

Y reafirmó su promesa de gobierno: «Este discurso para mí es una forma de renovar mi compromiso, el compromiso de no prometer lo que no podemos cumplir, de corregir cuando nos equivocamos y de escuchar siempre. Cuenten con un gobierno que da la cara y que está dispuesto a trabajar hombro con hombro con quienes creen en Uruguay».