No tiene antecedente en la historia de los últimos 50 años que un gobierno haya mantenido congelado los ingresos durante 40 meses, recordó José Mujica.
A los pocos días de asumir el gobierno, el actual presidente dijo enfáticamente que iba a trabajar para favorecer a los “malla oro”. Usó una imagen del ciclismo, los malla oro son los que andan en la punta. Él se refería a los que tienen capital e invierten, que iba a cuidar eso.
Y efectivamente lo cumplió.
Y no con una actitud de mala fe. Es una actitud ideológica, de creencia, de estar convencido que la prosperidad general de la gente común depende del ánimo y la capacidad de inversión que tengan quienes manejan el capital.
Este nudo es central. Porque esta es la esencia de lo que piensa toda la jefatura de la coalición y, fundamentalmente, del Partido Nacional. No es un problema de que sean malos o buenos, como en cualquier colectividad hay de todo. Es el convencimiento ideológico de que cuidar a los poseedores de capital y favorecerlos les conviene, a la larga, a toda la sociedad, porque reinvierten y tienden a generar trabajo y bienestar en la gente más débil.
Quienes pensamos que ese fenómeno a veces se manifiesta por un tiempo pero no se sostiene a la larga, porque la ambición humana no tiene límites, pensamos que el Estado tiene que obrar con mecanismos para obligar a repartir un poco mejor. Porque sino los que quedan postergados terminan generando que los más ricos son cada vez más ricos y el conjunto de la gente más pobre y débil tiende a quedar estancada.
Hay una diferencia abismal y este es el cerno de la disputa electoral. Te des cuenta o no te des cuenta.
Porque este gobierno dijo que no ponía impuestos. Querido…, 40 meses con los salarios congelados y las jubilaciones congeladas. Ese fue un impuesto de hecho de millones de dólares que pagó el pueblo trabajador. Y nunca se lo devolvieron ni se lo van a devolver, lo perdido definitivamente. Porque la vida iba encareciendo al 4%, 5% anual, y no había ajuste.
No tiene antecedente en la historia de los últimos 50 años que un gobierno haya mantenido congelado los ingresos durante 40 meses.
Yo sé que los pueblos tienen poca memoria. Cuando se acercaron las elecciones, cambiaron la letra porque son hábiles. El Estado entró a aumentar el gasto, aumentaron los salarios, aumentó la ocupación. Y han hecho obras, claro que han hecho obras, pero no la han pago. Querido…, esto lo van a pagar a muchos años hacia adelante.
El ministro de Obras Públicas se galardona por los millones de dólares en puentes y carreteras. Bien hechas están las carreteras, pero no pagó un carajo. Tendrán, los que van a venir, que pagar. No paga “Creditel”, paga tu lomo, querido. Te des cuenta o no te des cuenta, porque esas son cuentas que se van multiplicando porque pagan intereses.
Este gobierno hizo muchas cosas. La más grande que hizo, según dicen algunos economistas -yo no soy economista-, que recibió un paquete de deuda de unos 34 o 35 mil millones de dólares. Y cuando se vaya el país va a estar debiendo cerca de 44 o 45 mil millones de dólares.
¿Qué quiere decir? Que no sabemos cuál será el gobierno que venga, pero tendrá que venir con un ajuste fiscal abajo del brazo, porque las cuentas las tienen que pagar las generaciones que vienen.
Sería bueno que a la hora de votar te acuerdes de estas cosas.
Esta no es una pelea cualquiera. No es una disputa de cintillo político. Hay una manera de pensar. Recuerda que cuando vino el covid les colocaron impuestos de apuro a los públicos, pero a los privados que tenían buenos sueldos no les cobraron nada. No colaboraron con nada. Por ejemplo, a los señores que manejan las Afaps y a otra gente por el estilo.
Y haz lo que quieras con el voto. Pero este voto va a tener mucho que ver con el tiempo que vendrá para el Uruguay del futuro.
Soy de los convencidos de que el Uruguay tiene que luchar por el desarrollo. Porque, repito, hay que gastar una fortuna en la educación de los gurises. Porque los gurises van a enfrentar el tiempo de la inteligencia, donde la inteligencia es tan importante como el capital. Y, si no tienen calificación, probablemente no tengan una oportunidad. ¿Individual?, con suerte, de lástima.
El mundo que vendrá es cruel porque el mundo rico cada vez saca una distancia y la palanca es la posesión del conocimiento. Para tener acceso al conocimiento y la formación de su gente, los países tienen que gastar muchísimo en la enseñanza de las nuevas generaciones. Tenemos que desarrollarnos para tener esos medios. Si no, nuestra descendencia quedará condenada, como dice un sociólogo famoso judío, construirán pueblos irrelevantes que no sirven ni para que los exploten.
Porque quiero a mi gente. Me hayan votado o me hayan insultado, es mi gente, la de mi país. Les pido que voten no por color sino a conciencia.
Delgado es un señor veterinario. Según él, empezó a militar por el año 1993. Le ha ido bien desde el punto de vista económico. Ha pelechado que me tiene impresionado: es el segundo candidato en plata, según la lista que se publicó.
Está bien, es su horizonte. Sin embargo, parece que la vida empezó en el año 1993 y él vive elogiando a lo que han hecho ellos y criticando y olvidando todo lo que ha hecho el Frente Amplio o cualquier otro.
Y como la vida empezó en el año 93, él no carga con el Banco Pan de Azúcar, con el Banco Comercial, con los Rohm, no carga con el penoso plebiscito cuando quisieron vender todas las empresas públicas como hizo Menem en la Argentina. Que lo salvamos con un plebiscito porque hicimos una alianza con Sanguinetti, más joven, que todavía le quedaba un cachito de batllismo que ha perdido con el tiempo.
Gracias a esa alianza le pudimos parar el carro y no pudieron vender las empresas públicas. Pero tuvieron ganas, él no quiere cargar con esas responsabilidades. Se hace el “fesa”. No voy a hablar para atrás, de otras veces que gobernó el Partido Nacional. Sí les voy a recordar que el glorioso contador Juan Eduardo Azzini fue el primer oriental que firmó la carta de intención con el Fondo Monetario Internacional que nos tuvo esclavizados al FMI hasta que el compañero Danilo Astori, casi 60 años después, le pagó al Fondo.
De estas cosas, Delgado nunca se va a acordar. Porque tiene una memoria selectiva.
Hasta siempre.
Desde Las Piedras, donde el interior y el país metropolitano se abrazan, Yamandú Orsi llamó a reconciliar las distintas realidades para construir un país de certezas.
Proponemos un cambio en el que todos podamos vivir tranquilos, con más solidaridad, con más bienestar. “Sabremos cumplir”, dijo Yamandú Orsi.
Pepe estuvo en la localidad de San Bautista, en Canelones. Dando el último tranco para apoyar la posibilidad de un gobierno para todas y todos, con Yamandú Presidente.
“Vamos a dejar el cuero en la estaca estos días”, dijo José Pepe Mujica. A dar otra vez ese ejemplo de militancia.
El pueblo uruguayo merece vivir mejor. El crecimiento es prosperidad cuando llegamos juntos y cuando nadie queda rezagado. Porque somos muchas partes y un todo a la vez.
Hoy te invito a estar, con la razón y el corazón, por un mejor Uruguay.