La unidad latinoamericana es un asunto de todos, herramienta para defender nuestro comercio, nuestra soberanía y nuestro trabajo.
Pepe Mujica viajó a Brasilia para encontrarse con el presidente brasileño, el compañero Lula da Silva, y compartió el espíritu de su proyecto de integración continental con los representantes de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas, ese órgano que engloba a 49 centrales obreras de 21 países.
El objetivo es claro: “precisamos unirnos para defender nuestro comercio y nuestras leyes, y para auxiliar a nuestros trabajadores”. Mujica está hilvanando este proyecto junto a los políticos más destacados de nuestra América del Sur, incluidos Alberto Fernández (Argentina), Luis Arce (Bolivia), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia) y Guillermo Lazo (Ecuador).
Conocida es la iniciativa de Pepe para que las universidades aúnen esfuerzos hacia la construcción de una comunidad académica continental. La circulación de personas, el ejercicio libre de las profesiones en cualquier país americano, nuevas formas de aprobar e impulsar iniciativas en los organismos como la CELAC o la UNASUR, están arriba de la mesa.
Pero también la confección de bandera, himno, fechas patrias comunes, herramientas que rompan los fríos mármoles de las reuniones diplomáticas formales que hablen de la integración regional. Es preciso llenar las ideas con pueblo y, en ese marco, Mujica habló ante los trabajadores organizados del continente.
Más en un mundo dependiente de las reglas del gran mercado financiero global, capaz de imponer sus lógicas aunque estén en contra de la vida, como ocurrió con la vacuna contra el covid-19. O cuando observamos cómo los beneficios de nuestra tierra se dirigen hacia otros lugares del mundo sin llegar a los oriundos del continente.
“Solamente unidos podremos comenzar a cambiar las reglas de juego”, dijo Pepe. Unidos, porque este objetivo no es de derecha o de izquierda, es una herramienta para defender al comercio, a las leyes americanas y a los trabajadores.
Un trabajo diplomático a esta escala requiere un esfuerzo denodado. Si le sumamos la construcción de la unidad popular sudamericana en torno a estos ejes, más. Es por esto que, emocionado, Pepe le expresó a Lula da Silva al final de su oratoria: “Gracias Lula por haber llegado hasta aquí, por traernos esperanza, vivirás por siempre”.
Desde Las Piedras, donde el interior y el país metropolitano se abrazan, Yamandú Orsi llamó a reconciliar las distintas realidades para construir un país de certezas.
Proponemos un cambio en el que todos podamos vivir tranquilos, con más solidaridad, con más bienestar. “Sabremos cumplir”, dijo Yamandú Orsi.
Pepe estuvo en la localidad de San Bautista, en Canelones. Dando el último tranco para apoyar la posibilidad de un gobierno para todas y todos, con Yamandú Presidente.
No tiene antecedente en la historia de los últimos 50 años que un gobierno haya mantenido congelado los ingresos durante 40 meses, recordó José Mujica.
“Vamos a dejar el cuero en la estaca estos días”, dijo José Pepe Mujica. A dar otra vez ese ejemplo de militancia.
El pueblo uruguayo merece vivir mejor. El crecimiento es prosperidad cuando llegamos juntos y cuando nadie queda rezagado. Porque somos muchas partes y un todo a la vez.