José Mujica dialogó junto a empresarios sobre las formas de solidaridad y compromiso para la erradicación de la marginalidad en nuestro país.
Este miércoles 30, Pepe Mujica participó del conversatorio “Hablemos de Marginalidad” junto a dos expresidentes, Luis Lacalle Herrera y Julio María Sanguinetti. Fue organizado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE) y durante su alocución los animó a comprometerse con la causa de los más desfavorecidos.
En un mundo que perdió la idea de “religiosidad”, que observa al tiempo como una mercadería más y perdió su capacidad para “contemplar”, con el mandato de la eficiencia todos tendemos a la compra compulsiva y la vida se transformó en crecer y pagar cuentas. “Yo no quiero que a mi hijo le falte nada”, pero le faltaste tu porque no tenés tiempo y lo querés arreglar con un juguete, subrayó Pepe ante el auditorio.
Proclamó la impotencia del Estado para resolver el problema de la marginalidad, que compromete a todos. Ellos, los empresarios que sienten la convocatoria del cristianismo, son para Pepe un sector relevante de nuestra sociedad “por la levadura de lo que representan”, definió. Pero el compromiso necesita militancia porque hay cosas que el contacto directo lo transmite. No es solo una cuestión de recursos, falta el espíritu de compromiso que no se mueve por la recompensa.
Esta lucha no es por quedar bien ante los demás. Es una lucha de vida o muerte por la calidad de la sociedad que nos viene después de nosotros. No es un problema de uno u otro partido político.
No reprocha la falta de compromiso a las personas que tienen otras ideas. “Me lo reprocho a mí mismo, a mi gente. Porque no podés estar peleando por la igualdad y después no colaborar para enfrentar estas cosas en forma directa. Yo sé que no vas a arreglar estas cosas metiéndote la mano en el bolsillo pero hay una actitud de compromiso de lo que se piensa, lo que se vive y lo que se hace”.
Tener que enfrentar el mundo solo era el segundo peor castigo en el mundo antiguo. Los aimaras entendían la soledad como castigo. El mundo actual tiene algo de eso, dijo Pepe, porque la pobreza extrema también se transforma en herida, que lleva a una conducta de bestialización, un problema para toda la sociedad.
“Les pido que no se queden con esta charla, tiene que haber una participación comprometida con la sociedad. No es que tengan plata, ponerles la mano en el bolsillo y desparramarla. Esa es una forma de “lavarse la conciencia cristiana”.
“No, esto no se arregla con la plata”. La pobreza tiene asuntos de carácter cultural que no se arregla con plata. Hay pobres que tienen mucha plata, la pobreza la tienen en los valores.
“Hay que ponerle compromiso, ustedes representan un sector de nuestra pequeña burguesía que es gravitante en una sociedad como la nuestra, que es como es; hay que multiplicar la participación, no es un cenáculo intelectual que arregla cifras, necesitamos ir a las escuelas de los lugares pobres, preocuparse por la infancia primero y después por donde nos jugamos el partido, la adolescencia. Hay que ser consejero y eso no es desde la estadística, es perdiendo el tiempo y dialogando”.
“Yo soy un viejo no-creyente pero soy amigo del papa Francisco, cosa curiosa. ¿Saben por qué? Porque a veces es un servicio que ayuda a bien morir. Creo en la voluntad comprometida de los seres humanos. Por eso no dejen escapar esta oportunidad pero no se conformen. Gracias”.
Desde Las Piedras, donde el interior y el país metropolitano se abrazan, Yamandú Orsi llamó a reconciliar las distintas realidades para construir un país de certezas.
Proponemos un cambio en el que todos podamos vivir tranquilos, con más solidaridad, con más bienestar. “Sabremos cumplir”, dijo Yamandú Orsi.
Pepe estuvo en la localidad de San Bautista, en Canelones. Dando el último tranco para apoyar la posibilidad de un gobierno para todas y todos, con Yamandú Presidente.
No tiene antecedente en la historia de los últimos 50 años que un gobierno haya mantenido congelado los ingresos durante 40 meses, recordó José Mujica.
“Vamos a dejar el cuero en la estaca estos días”, dijo José Pepe Mujica. A dar otra vez ese ejemplo de militancia.
El pueblo uruguayo merece vivir mejor. El crecimiento es prosperidad cuando llegamos juntos y cuando nadie queda rezagado. Porque somos muchas partes y un todo a la vez.