Por un abrazo más grande para hacer posible un nuevo Uruguay

Yamandú: por un abrazo más grande que es un proyecto nacional posible y necesario. Con la historia que tenemos, no podemos fallar.

Nuestros queridos compañeros fueron proclamados por el Plenario del Frente Amplio para representar a nuestra fuerza política. En un largo y amplio proceso de debate e intercambio, el compañero Yamandú Orsi finalmente es uno de los precandidatos que, desde su lugar, ayudará a consagrar la victoria electoral de la esperanza, que es el Frente Amplio.

En la primera Movida Frenteamplista de este domingo 19, Yamandú recordó su larga militancia desde las bases, en los diferentes órganos de deliberación en nuestro MPP, nuestro Frente Amplio y, finalmente, cuando el pueblo canario lo eligió, en el gobierno departamental.

Un enorme compromiso de tantas y tantos frenteamplistas que conforman una gran corriente de unidad popular no es una mochila pesada. Todo lo contrario, dijo, es una alegría, una responsabilidad y un compromiso para hacer a nuestro Frente Amplio cada vez más amplio y diverso.

Para que a partir de este abrazo que comienza este domingo 19 sea un abrazo mucho más grande, un verdadero proceso nacional, tan posible como necesario. Con la gran historia que tenemos, el Frente Amplio no puede fallar.

Compañeros, les compartimos el discurso de Yamandú Orsi en la Movida Frenteamplista de este domingo 19.

Compañeros:

Qué lindo es ser del Frente Amplio. Cosa linda estar acá, verlos desde acá es hermoso. Tan lindo es que lo primero que corresponde es agradecerles por habernos confiado en el día de ayer, en su Plenario, esa enorme responsabilidad de ser uno de los cuatro compañeros que van a representar en la interna a nuestro Frente Amplio.

La gratitud es enorme. Es increíble lo que nos está pasando, por supuesto que nunca lo soñamos. Y así como te invade la gratitud, como empujándote desde adentro también en nosotros aparece la fuerza de una gran responsabilidad. Entendiendo esa responsabilidad, esa idea de hacernos cargo. Ese concepto de estar cuando se nos precisa.

Como allá, en el ‘89, cuando no nos fue bien con el voto verde pero nos fue muy bien con Montevideo. Porque también tenemos que asumir la responsabilidad, tenemos que hacernos cargo cuando las cosas no están bien y vaya que vinimos de derrotas, también de éxitos pero fueron unas cuantas las derrotas.

No nos podemos olvidar de aquella elección en que estaban nada menos que el general Seregni y Danilo, y Tabaré a la Intendencia. Veníamos de una división del Frente y, sin embargo, tuvimos esa Plaza Lafone. Que agradezco a la vida y a la fuerza política de aquella gesta maravillosa, y de aquel discurso de Tabaré que también fue maravilloso.

Pero nos tuvimos que hacer cargo de varias elecciones en las cuales que, por supuesto, no nos fue bien. Pero en el medio tuvimos ese plebiscito de las Empresas Públicas, y no nos podemos olvidar más de aquella compañera, Susana Dalmás, cómo aprendimos con ella sobre cómo defender a las empresas públicas y en el año 92 dimos ese batacazo. Gracias Susana.

En la vida, todos asumimos responsabilidades pero algunas son maravillosas. El poner un puesto en la plaza. O hacernos cargo cuando el comité nos designaba para ir a la Mesa Política y allá íbamos con un compañero de Santa Lucía discutiendo en el Copsa antes de llegar a la Mesa. O cuando nos tocó en la década del 90 para que nos eligieran por las bases y me tocó ser suplente de Ángel Spinoglio, con quien aprendí muchísimo. Era asumir responsabilidades y hacernos cargo de cosas que, de repente, el éxito era efímero o muy corto.

Pasó el ‘94 y volvimos a perder por muy poco, creo que por 30.000 votos. Y después vino la reforma constitucional y nos tocó perder el primer balotaje. Y nos hacíamos cargo y asumíamos responsabilidades.

Y después, una noche maravillosa con Marcos Carámbula y Ricardo Ehrlich, nos abrazamos y nos empezamos a enterar que Amaral ganó en Treinta y Tres, el flaco De Los Santos en Maldonado, el Chueco Barrios en Rocha, Ramón en Salto, el Nino en Paysandú, Juancito en Florida. No podíamos creer que estaba pasando. Y asumimos responsabilidades en los gobiernos departamentales después de asumir el gobierno nacional.

Nos hicimos cargo. Nos fuimos haciendo cargo cada uno de nosotros. Y esa responsabilidad no nos pesaba, no nos pesa. Era un regalo que la vida nos estaba dando y con gusto fuimos asumiendo. Pasaron esos compañeros y después le tocó el turno a Anita en Montevideo, a la Paty en Artigas, Guillermo, el Oscar, Aníbal. Porque perdíamos y ganábamos. Andrés, Carolina y después, nosotros.

Por lo tanto agradecidos y además con el compromiso de hacernos cargo. Porque en realidad no podemos fallar. Esto no es un peso ni una mochila. Es maravilloso. Por eso, con lo que hay detrás de esta fuerza política, no podemos fallar.

Recordemos nuestra historia de dolor, alegrías, sufrimiento, desapariciones y reencuentros. No podemos fallarle a esta historia pero tampoco a tantos compañeros que no solo dieron su responsabilidad sino que dejaron la vida en la estaca. Gracias, no te vamos a fallar, compañero Danilo Astori. No te podemos fallar, general Líber Seregni, compañero Tabaré Vázquez, Mariano querido estás acá. No te podemos fallar, Bicho, Ñato, Berta Sanseverino, Susana Dalmás. Querida Daisy, que hoy hace un año que te nos fuiste. No te podemos fallar, negra Ivonne, no es cierto que no estás acá. ¿Cuántas compañeras hicieron tanto? Daniela Paysée…

Pero tampoco le podemos pasar al futuro donde infancia y pobreza no serán sinónimos. No le podemos fallar a ese futuro donde seguridad no será un simple slogan para que con conceptos casi fascistas nos llevemos puesta a la democracia. No le podemos fallar a ese concepto de la salud como algo bastante más y bien distinto a la mercancía. No le podemos fallar a la vivienda como un gesto de dignidad. No le podemos fallar a la educación que históricamente entendimos que igualaba las oportunidades de todas y todos. No le podemos fallar al Uruguay que está por venir.

Por lo tanto, por todo ese compromiso, reconozco que me siento orgulloso de llevar esta bandera. Entendiendo que orgullo es diferente a la soberbia y muy parecido a la dignidad. El orgullo de una fuerza política que logró combinar eso tan maravilloso y que no se entiende que es esa diversidad de ideas y posturas, de sensibilidades. Y esa unidad de acción que nadie discute y yo creo que tiene mucho que ver estos tres colores, esta simbología y esta mística que tantos y tantas han construido.

Porque esa diversidad en la unidad nos ha hecho muy fuertes para salir a hacer lo que siempre nos gustó que es ser cada vez más. Tenemos que seguir engrosando las filas de nuestro Frente Amplio. Nunca paramos de hacerlo, siempre nos gustó y cada uno y una que venía es un compañero más que también tiene que hacerse cargo y lo hacen con gusto.

A partir de hoy, en este abrazo, tenemos que dar otro abrazo mucho más grande, que tiene relación con un proyecto nacional posible y necesario, que hemos sabido cómo construirlo.

Compañeras y compañeros. Por este orgullo de pertenecer a esta fuerza política maravillosa. Por este sentido de la responsabilidad y gratitud que tenemos los cuatro con todos ustedes, sentimos y sabemos que no vamos a fallar.

Porque sentimos y sabemos que cada uno de ustedes van a salir a buscar más voluntades a partir del convencimiento y no a partir de la imposición. Porque reconocemos y sabemos bien que no tenemos más enemigos que aquellos que se oponen a la pública felicidad.

Porque sabemos bien que el Uruguay que está por venir precisa al Frente Amplio en el Gobierno. Por ese futuro, porque es posible un Uruguay de la felicidad, compañeros y compañeras muchas gracias. No están solos. ¡Adelante!

¡Vamos arriba nuestro Frente Amplio!

Yamandú Orsi