Este jueves 25, el compañero Yamandú Orsi representó a 40 alcaldes convocados por el Proyecto Scholas que impulsa el Papa Francisco.
“Vine sin el mate”, inició Yamandú el diálogo con el Papa Francisco, que devolvió con una cálida complicidad. Inmediatamente después, Orsi comenzó con el resumen del trabajo que compartió con 40 alcaldes de América Latina, quienes elaboraron un documento para identificar los principales desafíos de nuestras comunidades.
Y que el sumo pontífice escuchó con atención, porque este año celebra el décimo aniversario de la Fundación Scholas, la organización que fundó para acercar otra forma de trabajo social y educativo desde las bases. En ese marco, Yamandú Orsi concurrió hasta El Vaticano para reunirse con los gobernadores locales del continente y elaborar propuestas en conjunto dirigidas a los menos favorecidos.
Hay problemas que son comunes, como la migración, la violencia, el cambio climático, el crimen. “Compartimos dolores”, sintetizó Orsi. Vale esto tanto para pequeñas como grandes ciudades. Enormes desafíos de nuestra América Latina.
“Todos y todas entendimos que desde la cercanía de los gobiernos locales podemos hacer grandes cosas”, dijo Yamandú: ahora el proyecto que impulsa Francisco y los alcaldes generará una red de apoyo y aprendizaje mediante la formación para ejecutar respuestas concretas en los barrios, con el apoyo de la CAF Banco de Desarrollo.
“La gratitud es enorme porque recibimos esa bendición que surge de la humildad y del comprender que las grandes transformaciones empiezan desde las cosas simples y las cercanías que todos tenemos; muchas gracias, Santidad, estamos agradecidos y transformados”, finalizó.
Los principales desafíos del sistema carcelario no se atienden: hacinamiento, adicciones, salud mental, analfabetismo, detalló Bettiana Díaz.
"Si alguien piensa que podemos prescindir de los aportes de Mario..., donde sea; a esa gente la quiero siempre en mi equipo".
Un nuevo farol para los compañeros, como los bautizó la compañera Lucía Topolansky a los locales en los barrios y pueblos de nuestro país, prendió la esperanza en Santa Lucía, Canelones.
El fracaso más absoluto del Gobierno es la juventud que se quiere ir del país, incluso más que durante la crisis de 2002, recordó Pacha Sánchez.
En los recursos que volcamos hacia los más jóvenes "se nos va el futuro, la panza y la cabeza de los gurises". Es la batalla relevante, señaló.
“Por ser de izquierda y progresistas ponemos en el mismo escalón la libertad, la igualdad, los derechos políticos y los derechos sociales. Eso es ser de izquierda y eso es ser progresista”.