El senador Charles Carrera aseguró que el negocio del Puerto de Montevideo es inconstitucional, ilegal e inconveniente.
La sesión del martes 5 en el Senado fue insólita, calificó el compañero. Un partido opositor cumple su rol de contralor y es cuestionado por la denuncia a la extensión de la cesión de la terminal especializada en la gestión de contenedores.
Inconstitucional, ilegal e inconveniente, incluso dicho por los principales operadores que necesitan del puerto, como las cámaras empresariales a todo nivel. Nunca se dio una explicación razonable a un negocio malo para el país, que benefició a un privado en 2.380 millones de dólares. Y al país y a los uruguayos, nada.
Lo que daña a la democracia, además, es mentirle al Parlamento. El asesoramiento del entonces ministro de Transporte fue, dicho por él, con los abogados más prestigiosos. Sin embargo, eran informes de parte. Hoy esos abogados patrocinan a esta empresa ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
A esto añadió las difíciles situaciones que tanto él como el senador Mario Bergara vivieron tras conocerse que pidieron información de su vida privada, información hoy investigada en el marco del caso Astesiano.
El exministro, hoy senador, salió sin respaldo esta jornada, concluyó el compañero Carrera. Agradeció el respaldo de Mario Bergara, con quien sostuvo la denuncia, y al resto de la bancada frenteamplista en el Senado.
Esto es una causa nacional. «Nosotros vamos a seguir cumpliendo el rol de contralor que la ciudadanía nos marcó», dijo Charles Carrera.
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