La influencia de la economía mundial en Uruguay y los intereses del imperio, según Pepe Mujica

31 de enero de 2019

Espacio para pensar: Reflexiones de José Pepe Mujica en M24 (31/01/2019)

En la última edición del programa radial Espacio para pensar: Reflexiones de José «Pepe» Mujica en M24 (97.9 en Montevideo y 102.5 en Maldonado), el compañero y expresidente Pepe nos invita a abordar el análisis de algunos grandes nudos históricos en forma crítica, alentando una lectura analítica y más profunda de la situación actual en torno a dos macrotemas que hoy tienen suma pertinencia: la economía como determinante político a lo largo de la historia y la adaptabilidad del imperialismo para satisfacer sus intereses.

 

Esto es, por un lado, la influencia de la situación política y socioeconómica del exterior sobre el destino de nuestro país; por otro, la verdadera naturaleza de los intereses imperialistas y la aparente adhesión de los imperios a las ideologías como método de adecuación y como medio para alcanzar dichos intereses.

 

Pepe comienza proponiendo una figura retórica que hace un paralelismo entre la profunda naturaleza del océano y la forma en la que la percibimos desde la orilla, con la naturaleza de la historia y la política, igualmente, en función de cómo hemos de percibirlas desde el presente. Al invocar la imagen poética de la contemplación del mar, la metáfora desprende un desafío del pensamiento crítico: la inmensa profundidad de su naturaleza, que escapa a nuestra simple vista.

«Porque en alta política, en lo económico, en lo social, nos pasa lo mismo que nos pasa cuando miramos al mar. Cuando miramos el mar, lo que vemos, la percepción son olas de espuma, el color. Pero todos sabemos que el mar es mucho más que eso en su profundidad. Un emporio de vida vegetal y animal, corrientes reguladoras del clima, etc. Realmente habría que hablar horas para apenas dar unas pinceladas de lo que es el mar. Es decir: una cosa es la percepción —lo que vemos de entrada— y otra la realidad profunda —que no la vemos, pero vaya que está y que determina».

La importancia de ver qué sucede en el mundo y su influencia en Uruguay

 

«El conocimiento de la historia solo suele darnos herramientas y a veces subrayar algunas constantes que se mantienen a lo largo de mucho tiempo. Somos un pequeño país y esa pequeñez nos obliga permanentemente a una enorme dependencia de lo que pasa en el mercado mundial» apunta Pepe luego de un repaso por algunos de los acontecimientos más determinantes e influyentes de la historia, desde los albores de la república a la primera mitad del siglo XX, y cómo afectaron a un Uruguay dependiente del contexto internacional incluso desde antes de ser país.

 

Así, tras hacer un repaso de la historia política uruguaya y casi 100 años de gobierno colorado, advierte que el verdadero origen central de las crisis en el Uruguay, siempre fueron consecuencia de lo que estaba pasando en el mundo. En este sentido, Pepe señala:

 

«Y esto es lo que quiero inculcar como pensamiento central/ para ayudar a ver un poco más lejos, particularmente a esta civilización de Twitter. El encadenamiento y la dependencia. (…) Anoto estos dos casos, pero podría seguir anotando, porque tenemos que recordar la época de la tablita, que enormes repercusiones tuvo, incluso en la dictadura uruguay. Y tendríamos que recordar el 2002, para darnos cuenta que no podemos estar ajenos aunque quisiéramos, a lo que pasa en el mundo. Ello tiene una influencia terrible».

 

De esta manera, reflexiona sobre cómo los fenómenos económicos tienen repercusiones directas en la historia y que siempre ha sido así. Finalmente, Pepe cierra el primer tema diciendo:

«Esto es lo que quiero señalar: hay que mirar el mundo y lo que pasa en el mundo para tener una idea de cómo viene la mano para el destino del Uruguay».

La constancia de los intereses imperialistas, el colonialismo y su adecuación

 

El segundo gran tema de reflexión abordado por Pepe Mujica es el de los intereses del imperialismo y los modos en que presenta un carácter adaptativo a conveniencia, ejemplificado en otras imágenes de la historia, como el colonialismo inglés y la esclavitud de los pueblos africanos. En este sentido, el compañero Pepe dice:

 

«La otra cuestión que quiero señalar, porque sobre estos temas vamos a volver en estos días, es en la historia de los imperios. Los imperios siempre son consecuentes en defender sus intereses. Y hay que subrayar esto: tienden hasta a cambiar en el tiempo la ideología, el verbo, lo que dicen, pero en lo que son coherentes es en defender sus intereses».

 

Como refiere Pepe, Inglaterra desarrolló la ciudad de Liverpool como el gran mercado donde se remataban los esclavos en la época de sus colonias, pero se abanderó con la proclama de la defensa humanista solo para poder continuar con sus verdaderos intereses.

 

Pero Inglaterra, que entonces era de las mayores potencias mundiales, «(…) no quedaba pegada a una ideología. “Los esclavos son una subcategoría humana”, como decían algunos. (…) No, no. Se transforman en humanistas y salen a estorbar al movimiento de esclavos aludiendo, obviamente, razones muy altas… pero en el fondo, defendiendo sus intereses, que entraban en disputa con la antigua colonia y que emergia ya con aire de gran potencia».

 

Conjuntamente, Pepe señala que podríamos seguir haciendo comentarios de este tipo, pero que esto no es una clase de historia, sino que es «más que nada, recoger de la historia elementos para poder penetrar en profundidad en la realidad en la que nos toca vivir».

 

Finalmente, Pepe concluye el segundo tema y dice:

 

«Dos cosas. Una es la conducta general de los imperios, su capacidad de cambiar, de cambiar su literatura pero siempre para defender sus intereses. Dos: el mundo ha entrado en un período de disputa entre las dos más formidables economías que tiene el mundo (EE.UU. y China). Y eso está tiñendo la hora actual de inestabilidad por todas partes. Ojalá que exista racionalidad. No obstante, esto empieza a ser algo que está en el fondo de todo lo que se mueve con importancia en el mundo contemporáneo.  Hay dos disputas y por ahora hay una guerra comercial, llena de dimes y diretes. Y no creo que explote en un formidable conflicto militar.

 

China ha demostrado tener una paciencia histórica. Juega el partido en el largo plazo. Sin embargo, hay mucho nerviosismo en la política de Estados Unidos. Vamos en este tiempo, y me debo a presenciar las consecuencias, y a padecer probablemente, porque estas cosas repercuten en el tono del mercado mundial, en los precios y en el valor de lo que vendemos y de lo que compramos».

 

Dos reflexiones de Pepe Mujica más que pertinentes a estas horas. A continuación compartimos el audio completo de la transmisión:

 

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