Escribe Agustín Mazzini
Lo que destacó a este período de transformación educativa –y caracteriza su desarrollo actual– es la falta de participación de los principales actores del sistema, la carencia absoluta de sustento empírico y teórico de los cambios impuestos, la superficialidad de los aspectos que el gobierno destaca permanentemente como sus principales ejes y la actitud refundacional casi patológica de quienes construyeron la idea de esta transformación.
Por ejemplo, vemos que se plantea con grandes bombos y platillos un marco curricular nacional que, según el propio director del Codicen, es muy parecido al presentado al gobierno del Frente Amplio en el último período, en el cual el propio referente ha participado.
Con respecto al contexto, entendemos que desde que asumió el actual gobierno se han suscitado varias situaciones de persecución y amedrentamiento de docentes y estudiantes en la educación pública. Entre ellas podemos mencionar la sanción a veintitrés inspectores de Secundaria por su apoyo a la candidatura del ingeniero Martínez.
A esto sumamos los sumarios a funcionarios del Liceo nº.1 de San José, desarchivando una denuncia que los acusaba de participar en una actividad que defendía la normativa vigente en cuanto a la legislación penal juvenil y adolescente de nuestro país. O la Comisión Investigadora a Fenapes, en la que escuchamos acusaciones, incluso imputaciones, a funcionarios públicos desde este propio recinto.
También el ataque permanente a los gremios estudiantiles en cuanto al cambio de criterio acerca de las ocupaciones, instrumentando todos los días una reglamentación distinta, y amenazando con utilizar herramientas pedagógicas como los Consejos Asesores Pedagógicos para la represión y sanción de los estudiantes que se manifestaban por sus reivindicaciones gremiales.
Para cerrar esta larga cadena del collar de perlas de persecución, que ha generado una situación de miedo en el plantel docente y también en el estudiantado en el contexto de la transformación educativa, encontramos la exclusión del licenciado Limber Santos del concurso de dirección de maestros rurales, un maestro que ha sido ejemplo nacional e internacional por su trabajo pedagógico en el área rural.
Por todo esto entendemos que esta reforma tiene como contexto y como base pedagógica lo que hemos llamado la «pedagogía del miedo».
El problema de fondo radica en que no hay cambios posibles en la educación si no es de la mano de grandes acuerdos nacionales.
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