Abrazar una causa para darle sentido a la existencia, una bandera que José Mujica presenta y entrega en cada ocasión que puede. En la jornada también, al recibir el título honoris causa de la Universidad Nacional de San Luis, Argentina. Porque el logro más grande de la vida, dijo, es llegar a viejo y sentir que no traicionaste jamás al gurí que tenés adentro en nombre de los sueños que te hicieron vivir.
La felicidad no se logra amontonando plata o pagando cuentas, expresó Mujica a los jóvenes que se congregaron en San Luis, Argentina. Nadie va a poder ser feliz debajo de una chapa de zinc agujereada, muerto de hambre y pasando frío pero, a no confundir, una cosa es no acceder a las necesidades básicas y otra es multiplicar las necesidades para terminar los días como un viejo arruinado pagando cuentas. Ahí, aseveró, sacrificaste lo más hermoso de tu existencia.
Este viernes 21, Pepe Mujica recibió el título honoris causa de la Universidad Nacional de San Luis, en Argentina. El teatro abierto del centro educativo se llenó de jóvenes que escucharon su clase magistral, acompañado de Lucía Topolansky, Ricardo Ehrlich y al secretario ejecutivo de la Asociación Universitaria Grupo Montevideo, Fernando Sosa. Todos ellos fueron declarados huéspedes de honor por la Provincia de San Luis.
Pepe dijo en su discurso que los jóvenes necesitan tiempo para el amor, porque es volcánico y no hay nada más sagrado arriba de la tierra. Y, cuando tengan hijos, les advirtió que ellos no se arreglan con juguetes o cosas materiales. Lleva tiempo, ellos necesitan tiempo humano.
Se necesita tiempo para trabajar, es cierto, pero la vida necesita un paréntesis para dedicarlo a los afectos. Por ejemplo, a pesar del enorme progreso material, técnico y científico de hoy, nunca ha habido tanta gente infeliz en la Tierra. “¿Ustedes creen que los hombres y mujeres primitivos eran tan débiles? ¡No hubiéramos llegado con los medios que tenían! Hay algo en nuestra civilización que nos está robando lo mejor de nuestra existencia: el amor a la vida”.
Eso no lo arreglan de afuera, es con la cabeza propia. Eso es aprendiendo a dominarte, como la máxima socrática: conócete a ti mismo. Hay que tener un grado de independencia, límites, porque si no, no alcanza nada. O de lo contrario estarás toda la vida laburando como una bestia para pagar cuentas, confundiendo felicidad con tener.
Una oportunidad para darle a la vida una causa
Mujica insistió a los jóvenes por la oportunidad que tenemos todos para darle una causa a tu vida. Eso es el ejercicio de la libertad y el goce de la vida, el bien mayor que tenemos y que se nos va. Si el mundo será un poco mejor será porque hay gente que se organiza. El mundo será mejor por el esfuerzo consciente de los humanos con empatía al resto de la sociedad.
“Esto no es ni una carga ni una cruz. No…, es el logro más grande: venirte viejo y sentir que no traicionaste jamás al gurí que tenés adentro en nombre de los sueños que te hicieron vivir”.
Hay que encontrarle sentido a la vida. Pero hay otros hermosos sentidos. La ciencia, el arte, una pasión, cualquiera. No es un tema de registradora, es un problema de lo que se siente. No todos tienen que ser luchadores sociales, pueden ser poetas de la pesca o estar por el simple placer de mirar las estrellas en la noche, porque eso se llama libertad.
Es en este marco que afirmó: “No dejen que se les escapen los años potrancos de su juventud inútilmente, no dilapiden su vida como pagadores de cuentas, como burros atrás de la zanahoria”.
La militancia política como una herramienta de libertad
Los sapiens somos animales gregarios. Por tanto, somos inequívocamente animales políticos. La imagen de la política contemporánea proviene de la imagen que nos vendieron de la sociedad contemporánea, porque nos han educado que el éxito es ser rico y, cuando entreveramos la política con el amor a la riqueza la cagamos, sencillamente.
A los que les guste la guita, que vayan al trabajo, la industria, lo que sea y que les vaya bien. Pero no mezclemos una cosa con la otra.
Vayamos a una república donde nadie sea más que nadie y que los políticos vivan como la mayoría de su pueblo y no como la minoría acaudalada, porque lo que más vale es el cariño y respeto de la gente. No se puede luchar por la igualdad y a la vez usufructuar la desigualdad a cara de perro. Si la política fracasa, qué horizonte tenemos como sociedad? La crisis ecológica es una crisis de impotencia de la política porque no puede tomar las medidas necesarias, no puede enfrentar los desafíos de la economía. Ese es uno de los mayores desastres del mundo.
Por eso, dijo a los jóvenes: “comprométanse”. No hay cambios si no hay gente que se arriesgue por la suerte de los demás.
Somos animales gregarios, no se puede prescindir, hay que tomar partido y hay que saber de entrada que nos equivocamos, que le erramos, que inevitablemente fallamos y que somos los humanos, no las instituciones.
Tenemos que tener un sentido autocrítico: tendremos gobiernos mejores en la medida que seamos capaces de luchar por ser pueblos mejores. Ese es el homenaje que se merecen los que dejaron el cuero por la independencia.
Sabe de los dolores de los argentinos, de la deuda acumulada de América Latina. Siente el dolor de Haití. El dolor de los desposeídos, los desamparados. De los brutales despilfarros en los que hemos caído. Pero nada de eso se superará si los hombres no luchamos ni cultivamos un sendero de esperanza. La esclavitud, las 8 horas laborales, etc., oleadas de militantes que lucharon por un mundo mejor.
“Levanto una bandera de fe y confianza en el género humano. Sin espejismos.” Y para terminar, Pepe expresó: “Triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae y volverle a decir ‘arriba, vamos con la vida’”.
La emoción de dos amigos que ofrecieron sus energías por la unidad popular y la mejora de los más sumergidos de nuestra América.
“Voy a ser el presidente que construya una sociedad más integrada, un país más integrado, donde además y a pesar incluso de las diferencias, jamás nadie podrá quedarse atrás”.
Desde Las Piedras, donde el interior y el país metropolitano se abrazan, Yamandú Orsi llamó a reconciliar las distintas realidades para construir un país de certezas.
Proponemos un cambio en el que todos podamos vivir tranquilos, con más solidaridad, con más bienestar. “Sabremos cumplir”, dijo Yamandú Orsi.
Pepe estuvo en la localidad de San Bautista, en Canelones. Dando el último tranco para apoyar la posibilidad de un gobierno para todas y todos, con Yamandú Presidente.
No tiene antecedente en la historia de los últimos 50 años que un gobierno haya mantenido congelado los ingresos durante 40 meses, recordó José Mujica.