Como cada semana, el diputado y compañero Alejandro Pacha Sánchez, a través de su espacio De ida y vuelta en M24, nos invita a reflexionar sobre algunos de los últimos acontecimientos políticos e intercambiar ideas. Y, en esta ocasión, abordando dos conceptos a los que se viene aludiendo constantemente desde los discursos de derecha durante los últimos meses: «la austeridad» y el «achicar el Estado».
Evidentemente, a lo que nos enfrentan las decisiones que tenemos que tomar este año lo podríamos condensar en la oposición de dos grandes modelos de país. Uno con un programa bien definido; y otro, ausente, que aunque no quiere dejarse ver, se puede vislumbrar a través de la discursiva de algunos de sus personajes. A qué proyecto de país queremos darle nuestra confianza para enfrentar el futuro, depende de nuestra capacidad para cuestionar, analizar y entender los datos que constante, aunque inintencionalmente (cuando se trata de la derecha), nos deja ver la realidad política del país.
También podés leer: Pacha Sánchez sobre el «show de austeridad» y los dos proyectos de país
En este sentido, el término y el concepto de «austeridad», como si de un producto de marketing se tratase, se nos pone enfrente una y otra vez. Se nos habla de austeridad continuamente, nos hablan de ahorro, eficiencia y de cuidar los recursos, de «equilibrar las cuentas» para poder hacer frente a los desafíos que enfrenta nuestro país en un complejo y cambiante panorama mundial.
Hablar de «austeridad», sin dudas, connota significancias positivas, benevolentes, como cualquier otra palabra cuidadosamente escogida por un equipo de mercadeo durante una campaña electoral. ¿Pero qué significa la austeridad en realidad y qué representa «achicar el Estado», el otro concepto que le precede?
Significa priorizar los privilegios y los intereses de unos pocos —de quienes concentran las riquezas— por encima de los derechos de la gran mayoría de la población… Tal como lo han hecho en sus períodos de gobierno. Significa reducir los salarios y las pasividades, terminar con las inversiones y los suministros como la construcción de nuevas escuelas, medicamentos, carreteras, puentes y servicios esenciales para la ciudadanía, como la salud y la educación. Eso significa «achicar el Estado», esa es «la austeridad».
El compañero Pacha, con las cifras, los argumentos y la solidez que caracteriza su oratoria, nos echa algunas luces.
También podes leer: El financiamiento de los partidos políticos y el ingreso de los millonarios en la política, por Pacha Sánchez
Los principales desafíos del sistema carcelario no se atienden: hacinamiento, adicciones, salud mental, analfabetismo, detalló Bettiana Díaz.
"Si alguien piensa que podemos prescindir de los aportes de Mario..., donde sea; a esa gente la quiero siempre en mi equipo".
Un nuevo farol para los compañeros, como los bautizó la compañera Lucía Topolansky a los locales en los barrios y pueblos de nuestro país, prendió la esperanza en Santa Lucía, Canelones.
El fracaso más absoluto del Gobierno es la juventud que se quiere ir del país, incluso más que durante la crisis de 2002, recordó Pacha Sánchez.
En los recursos que volcamos hacia los más jóvenes "se nos va el futuro, la panza y la cabeza de los gurises". Es la batalla relevante, señaló.
“Por ser de izquierda y progresistas ponemos en el mismo escalón la libertad, la igualdad, los derechos políticos y los derechos sociales. Eso es ser de izquierda y eso es ser progresista”.